Aprender a jugar ajedrez aprendis ( 3 )
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La acción es lo único que tiene valor. Soñar que se juega al tenis no es nada. Leer libros de tenis no es nada. Jugar al tenis es un gran placer.

Todavía soy una víctima del ajedrez. Tiene toda la belleza del arte y mucho más. No puede ser comercializado. El ajedrez es más puro que el arte en su posición social.

Los hombre inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar.

Un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil.

No puedes aprender las lecciones de los demás en su nombre. Todos deben hacer por sí mismos el trabajo, y así lo harán cuando estén preparados.
Brava comparación -dijo Sancho-, aunque no tan nueva, que yo no la haya oído muchas y diversas veces, como aquella del juego del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular o...

Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar.

Yo no analizo jamás, me limito a reaccionar... yo ando con todos mis prejuicios. jamás intento mejorarme o aprender algo. No soy uno que aprende, soy uno que evita.

El ajedrez es prueba de inteligencia.

Ignorar para preguntar, y preguntar para saber, eso es aprender.

El mejor jugador de ajedrez del mundo no puede llegar a otra cosa que ser simplemente el mejor jugador de ajedrez.

Me preparo bien. Sé lo que puedo hacer antes de jugar. Estoy siempre seguro.

El ajedrez es un juego que me apasionó de joven, pero un buen día me empezó a tomar demasiado tiempo y entonces lo eliminé.

Todo es un tablero de ajedrez de noches y días, donde el destino, con hombres como piezas, juega: Acá y acullá mueve, y da jaque mate y mata, y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja.

Me siento como si fuera una pieza en una partida de ajedrez, cuando mi oponente me indica: esa pieza no puede ser movida.
Te sientas frente a un tablero y repentinamente tu corazón brinca. Tu mano tiembla al tomar una pieza y moverla. Pero lo que el ajedrez te enseña es que tú deber permanecer ahí con calma y pensar ...

Las piezas de ajedrez son los componentes del alfabeto que da forma a los pensamientos; y estos pensamientos, además de hacer un diseño visual del tablero de ajedrez, expresan su belleza de manera a...

Quien desea aprender, pronto llegará a saber.

El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario.

Matemáticas + ajedrez = teatro.

Jugar, y nunca perder, no puede ser.

El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.
Pero llamarle juego, ¿no es limitarle injuriosamente? ¿No es también una ciencia, un arte algo sutil que está suspendido entre uno y otro jugador, como el féretro de mahoma entre el cielo y la ti...

El ajedrez es una frivolidad primorosa.

Lo importante en el ajedrez son los buenos movimientos.

Lo maravilloso de aprender es que nadie puede arrebatárnoslo.

Yo no imparto enseñanza al que no se esfuerza sinceramente en aprender.

La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida.
El ajedrez es la forma de conformarse del hombre para saciar su sed, su nostalgia de infinito, conformarse en hacer la guerra allí en un espacio limitado pero al mismo tiempo capaz de alojar al infin...

El ajedrez es el más grande desperdicio de la inteligencia humana después de la publicidad.
Los grandes señores son casi las únicas personas de las que se puede aprender tanto como de los campesinos; su conversación está adornada con todo lo que se refiere a la tierra, las mansiones tal ...

A jugar y perder, pagar y callar.

Me gusta el ajedrez porque es un buen descanso; hace trabajar la mente, pero de una forma muy especial.

Atender y entender para aprender.

Hace falta toda una vida para aprender a vivir.

Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.

La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender.

En el ajedrez, lo más importante no son el rey y la reina, sino los peones, el hombre.

Personalmente siempre estoy dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones.
Los semejantes se atraen. Limítate a ser quien eres: sereno, transparente y brillante. Cuando irradiamos lo que somos, cuando solo hacemos lo que deseamos hacer, esto aparta automáticamente a quiene...