Cuento el cocinero de giovanni bocaccio. Encuentra docenas de cuento el cocinero de giovanni bocaccio con fotos para copiar y compartir.
El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga.
¡Qué alegría ser así dos historias en un cuento!.
Ahora que tenemos tiempo, cuéntame un cuento.
El escenario de mi cuento es esta tierra, en la que actualmente vivimos. Pero el período histórico es imaginario.
El amable sabe su cuento.
Se aprende a ser cocinero, pero se nace catador.
Cuentame como va cayendo el sol, mientras hablas pensaré: qué guapa estas! que suerte ser la mitad del cuento de un atardecer que observo al escucharte porque mis ojos son tu voz.
Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. ¿por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?.
Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo.
Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito.
De todas las pasiones, el amor es la que más se acrece e irrita cuando encuentra obstáculos.
Anárquico es el pensamiento y hacia la anarquía va la historia.
Peligrosos son los grandes hombres de los que uno no se puede reír.
Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla.
En una bandada de blancas palomas, un cuervo negro añade más belleza incluso que el candor de un cisne.
Los novelistas y los editores creen que una novela es más importante que un cuento. No les creas. Solo es más larga.
La vida de cada hombre es un cuento de hadas escrita por la mano del señor.
Mientras dure la vida, que no pare el cuento.
Igual que con el hombre del cuento, que convierte en oro todo lo que toca, en mi caso se convierte todo en griterío de periódicos
A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires, la juzgo tan eterna como el agua y como el aire.
A los seis años quería ser cocinero. A los siete quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer; ahora solo quiero ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difíc...
La prisa lleva maravilla y lleva error, pero viajamos sobre rueda encabritada. He despertado en el ojo del ciclón, cuento millones de agujeros en el alma
La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido
Lo bueno cuando arde Troya es que nada tienes que perder, pues nada esperas. Casi todo lo que cuento gira en torno a eso. Mis personajes siempre tienen una Troya ardiendo a sus espaldas.
Y aunque quisiera criar a mis hijos en un cuento de hadas, sé que el mundo se acaba y no les quedara nada.
A la edad de seis, quería ser cocinero. A los siete quería ser Napoleón. Desde entonces mi ambición ha crecido sin cesar.
La vida misma es el más maravilloso cuento de hadas.
A ver, el mundo no es solo como lo vemos sino también como lo entendemos, ¿no? Y al entender una cosa, le añadimos algo, ¿no? ¿Eso no convierte a la vida en un cuento?
¿Qué queréis? Aprendí a malvivir del cuento. [Vámonos pa'l sur (J.Sabina)]
Y en mi melancolía fría hoy le cuento al mundo que exististe un día
Y para que no se colme mi vaso lo cuento dando sorbitos.
¡Cuán tedioso es un cuento contado de nuevo!.
Tengan muy presente las hermanas las terribles consecuencias que puede traer un cuento o lo que vulgarmente se llama chisme.
Más de la mitad de mi vida he estado en la cárcel, en el exilio, en la clandestinidad, pero mucha gente que no tenía ideas ha pasado calamidades sin cuento, con la guerra civil, con la guerra mundi...
De la posibilidad de que cuando la novela despierte de su sueño de hierro, el cuento siga allí.
¡Qué agradable sería nuestra vida si nos la contaran como un cuento, si no hubiéramos de vivirla como una historia!.
Al terminar un cuento me sentía siempre vaciado y a la vez triste y contento, como si hubiese hecho el amor (....) aunque para saber si era bueno tendría que esperar a releerlo el día siguiente.
A Peter le cuento cosas con gran facilidad, que a otros nunca les cuento. Así, por ejemplo, le he dicho que más tarde me gustaría mucho escribir, e incluso ser escritora, o al menos no dejar de esc...
Para dormirme cuento mis defectos
No cuento el vuelto, siempre es de más.