Frases en contra de la envidia. Encuentra docenas de frases en contra de la envidia con fotos para copiar y compartir.
¡Ay, Dios mío! El último de los artesanos, el triste mendigo de las calles me han causado envidia en esta temporada; así como ahora, desahogado y libre, no me cambio por el Rey, no, no me cambio; ...
Esta es mi soledad, a donde no alcanza la envidia, sí, mi orgullo, tan simple como desnudarme ante el sol...
La mayoría de la gente debería estar hablando de cómo Floyd Mayweather es un gran futuro miembro del Salón de la Fama invicto, que es su propio promotor y que trabaja muy duro para llegar a donde ...
La envidia es inseparable de la felicidad
Si la envidia es natural en los hombres, mejor que ocultes tu prosperidad y así evitarás provocar la envidia
Yo nunca quise estar entre los grandes, nunca quise envidia, nunca quise fama, solo los borrachos y los niños dicen la verdad, y yo soy el borracho medio niño que te jode con su clap
Entre los desórdenes del alma, la envidia es el único inconfesable.
Evitad todo aquello que pueda atraer a la envidia
El hombre que dice que no ha nacido feliz podría, por lo menos, llegar a serlo por la felicidad de sus amigos o de cuantos le rodean. La envidia le impide este último recurso.
Los envidiosos morirán, pero la envidia es inmortal
La justicia es una noble cualidad, y la injusticia una iniquidad. Es un deber de cada uno ser compasivo y no dañar a nadie, y evitar la envidia y la malicia a toda costa. La sabiduría es la gloria d...
La envidia como la ictericia se conoce en el color de los ojos y en el de la piel
Siete cosas causan aflicción: la calumnia, el derramamiento de sangre, el perjurio, el adulterio, la presunción, el robo y la envidia.
La envidia es la impotencia irritada por el mérito
La envidia es una sombra que oscurece el semblante y entristece el espíritu
La voz de la envidia es el pregón de la inferioridad del envidioso
La soberbia ataca con dos dardos: la ira y la envidia
El hombre a quien nadie envidia no es feliz
Lo único que los mueve es la envidia. No hay que tenerles miedo: la envidia de los sapos nunca pudo tapar el canto de los ruiseñores
La envidia es un buitre que se alimenta de sus propias entrañas
La envidia es solo vicio del hombre, del que no participan los animales brutos.
Quien dice que no es dichoso, podría serlo por la dicha de su prójimo si la envidia no le quitara este último recurso.
La envidia es la polilla del talento.
La envidia solo es vencida por la muerte
La envidia es una furia que se disfraza casi siempre de vieja devota
La envidia de la felicidad ajena es como la guadaña que siempre se está afilando y afilando.
La envidia es el más sociable de los vicios. Proviene de nuestro carácter de animales gregarios
Envidiar es tonto porque nadie es realmente digno de envidia
Poseo tres perros feroces: ingratitud, soberbia y envidia. Cuando estos tres perros muerden, la herida es muy profunda
El mayor castigo que puede imponerse a la envidia es el desprecio. Hacerle caso es permitirle saborear un síntoma de victoria
La envidia es la raíz de los grandes males de la sociedad
Antes habrá cuerpo sin sombra que virtud sin envidia.
Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia.
La envidia hace sufrir al envidioso más que a los censurados la censura
La razón por la que la muerte está tan próxima a la vida no es por una necesidad biológica sino por envidia. La vida es tan bella que la muerte está enamorada de ella, un amor posesivo y celoso q...
Somos la envidia de Europa y en pocos años vamos a ser un país de primera división en el mundo.
La envidia daña al mismo envidioso.
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas, ¿quién parará delante de la envidia?
Si me fuera a reencarnar, quisiera volver al mundo como un buitre: nadie lo odia, ni lo envidia, ni lo desea, ni lo necesita; jamás lo molestan y nunca está en peligro; además, le mete el diente a ...
Aunque no entiendo nada de lo que sientes o el estado en el que te encuentras, sea cuando sea, o estés donde estés, siempré habrá alguien a quien amas profundamente. A mi me das una envidia terrib...