Frases en contra de la envidia. Encuentra docenas de frases en contra de la envidia con fotos para copiar y compartir.
En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia.
De una amistad con envidia, solo permanecerá la envidia.
Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrase del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.
Envidia, ni tenerla ni temerla.
Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombr...
El rico no gozaría nada si le faltase la envídia de los demás.
La crítica es producto de la envidia, debería ser diferente: los consejos se piden con una pregunta, no con una crítica.
La envidia es el adversario de los afortunados.
La envidia silenciosa crece en el silencio.
A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir.
Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
La indignación moral no es más que envidia con aureola.
Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por ser bueno. Solo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar.
La envidia es una declaración de inferioridad.
Apenas nace la virtud, cuando ya genera contra sí la envidia, pues antes verás un cuerpo sin sombra que la virtud sin la envidia.
En parte es porque ya algunas personas crecen con problemas y ya alguna envidia o alguna información que den en contra de la persona. Eso es lo que cría violencia.
A quien nada vale, no le envidia nadie.
La envidia es acaso el peor de los pecados, el goloso come, el lujurioso verifica el acto venéreo, el avaro toma su dinero, en cambio el envidioso se reseca en...bueno, su envidia.
Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda.
Pájaro preso, en tus ojos la envidia de los insectos.
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás. De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.
Se parecen ellos a los exaltados; pero lo que los exalta no es su corazón, sino la venganza. Y cuando se vuelven finos y fríos no es su espíritu, sino la envidia.
La envidia hace muecas, no se ríe.
La envidia acorta la vida.
Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.
En cierto modo los celos son algo justo y razonable, puesto que tienden a conservar un bien que nos pertenece o que creemos que nos pertenece, mientras que la envidia es un furor que no puede tolerar ...
La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.
La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
La envidia y el odio van siempre unidos, se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!.
La grandeza inspira envidia. La envidia engendra rencor. Y el rencor genera mentiras.
La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.