Frases para cuando alguien muere ( 45 )
Frases para cuando alguien muere. Encuentra docenas de frases para cuando alguien muere con fotos para copiar y compartir.

Todo gigante muere cansado de que lo observen desde afuera.

El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.

Cuando más logra usted aumentar el miedo a las drogas y el crimen, las madres desamparadas, los inmigrantes y alienados, más controla a toda la gente.
¿sabias que. . . Cuando pasas caminando por una flor, sea en algún jardín o en un alguna ladera, la flor siempre te sonríe? la forma más cortés de responder, me han dicho, es devolver la sonrisa...

En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.

Riñe cuando debas, pero no cuando bebas.

Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar.

Sabemos utilizar la estrategia amorosa solo cuando no estamos enamorados.

El valor nunca es mayor que cuando nace de la última necesidad.

Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va.

Trata de dejar el mundo en mejores condiciones que las que tenía cuando llegaste a él.

Los pájaros son clarines entre los cañaverales que le dan los buenos días al sol de Dios cuando sale.

No te preocupe la opinión de la liebre cuando los leones te admiran.
Si uno se sabe de memoria las trescientas piezas del cancionero, pero cuando se le encargan las funciones de gobierno no es capaz de desempeñar (el puesto), o mandado en calidad de enviado al extranj...

Pedir celos es despertar a alguien que está durmiendo.

Cuando se desahoga el sentimiento, la pena es menos.

Los defectos son muchos cuando el amor es poco.

Cuando se es feliz, queda mucho por hacer: consolar a los demás.

Nada pesa tanto como el corazón cuando está cansado.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo pasa a ser mi universo, el credo que se nutre; la aromática lámpara que alzo estando ciego cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.

La tempestad sopla el rostro de alguien empapado.

Cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable.

El malo, cuando se finge bueno; es pésimo.

Ninguno muere sino a su tiempo.

El robot va a perder. No por mucho. Pero cuando se anote el resultado final, la carne y la sangre derrotarán al monstruo maldito.

El ajedrez es un expediente tonto que hace creer a la gente inactiva que hacen una cosa muy astuta cuando solamente están perdiendo su tiempo.

La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado.

Cuando dudes de actuar, siempre entre "hacer" y "no hacer" escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia.

Cuando ponemos en marcha nuestro reloj, ¿es tiempo lo que creamos o la hora de la muerte lo que alimentamos?.

Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre.

Para juzgar si un hombre es libre no te pares a mirar sus dignidades, porque, al contrario, más esclavo es cuando más elevado cargo desempeña.

De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por la tarde.

No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres.
A cada rato uno naufraga en lagunas educacionales. Cuando hay que detener un taxi uno piensa por qué diablos no enseñan a silbar desde el primer grado. O a desengrasar ollas, salir de un ascensor at...

Cuando se abandona el pago y se empieza a repechar, tira el caballo adelante y el alma tira pa´atrás.

¡Flores de luna!, cuando la piel de una mujer se revela.
Si te contara todo lo que hago con tu querido retrato te reirías. Por ejemplo, cuando lo saco de su calabozo, le digo: ¡buen día, tesoro!, buen día, buen día; mocosa, pícara, nariz de punta, chi...

Cuando no hay humildad, las personas se degradan.