Frases para una mujer triste
Frases para una mujer triste. Encuentra docenas de frases para una mujer triste con fotos para copiar y compartir.
Había despertado una parte de mí que llevaba largo tiempo durmiendo. Al darme cuenta, me sentí tan triste que se me saltaron las lágrimas. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera d...

¡Ya no soy aquélla Rosina que tanto perseguisteis! Soy la pobre condesa Almaviva, la triste mujer abandonada a la que ya no amáis

Esta calle triste, se alegra cuando pasas tú, mujer preferida entre todas.

Lo más triste es la tristeza de una persona alegre.

Entre un hombre y una mujer la amistad es tan solo una pasarela que conduce al amor.

La mejor amiga de una mujer es una tarjeta de crédito.

El que ha conocido solo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.
La relación de amor no es la misma que la de la adoración. Se adora a un dios. Solo los seres humanos pueden ser amados. Cuando adoramos a una mujer no podemos amarla. Luego, cuando descubrimos que ...
Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le ...

¡MUJER! Eres novia, eres esposa, eres... Amante, eres madre... ¡MUJER!... Eres una rosa roja para la vida!
Y... un clavel para el amor.

El problema, cuando se busca a la mujer perfecta, es que ella probablememte está buscando al hombre perfecto.

Para una mujer, el primer beso es el final del principio; para un hombre, el comienzo del final.

En la sombra, lejos de la luz del día, la melancolía suspira sobre la cama triste, el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza.

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Hazme el favor de no estar triste. Todo pasa.

Me duele una mujer en todo el cuerpo.

En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

Mariposa: qué triste me quedo sin tu luz que mi amor ilumina, te me vas...te me vas... y no puedo retener tu silueta divína.

¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.

Lo más triste del amor es que no solo no puede durar siempre, sino que las desesperaciones son también olvidadas pronto.

Si yo fuese una mujer estaría desesperada. La existencia de buenas mujeres excede mucho de los hombres que se las merecen.

Cuando las estrellas bajan, ¡qué triste es bajar los ojos para verlas!.

La mujer actual tiene una obsesion por ser igual que el hombre, y no se por que, si el hombre es un pobre diablo desorientado.

Cuando una mujer tiene la capacidad de hacerte inmensamente feliz o miserablemente triste, es sencillamente que la amas como a ninguna.

La mujer puede tanto que hace pecar a un santo.

Ama y aprecia a la mujer y no abuses nunca de su debilidad, sería una infamia y una cobardía.

La resistencia de una mujer no es siempre prueba de su virtud, sino más frecuentemente de su experiencia.

El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste, marchita los sucesos.

Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.

Quien sabe gobernar a una mujer sabe gobernar un estado.

Nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.

Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.

Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.

El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo.

Politicos y periodistas comparten el triste destino de tener que hablar hoy ya de cosas que hasta mañana no comprenderan totalmente.

No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.

Una mujer superficial es como una olla enorme, ocupa mucho espacio pero por dentro esta vacía...y nadie la va a llenar.

Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.

La mujer es un manjar digno de los dioses, cuando no lo guisa el diablo.

La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.