La música es la septima puerta del cielo. Encuentra docenas de la música es la septima puerta del cielo con fotos para copiar y compartir.
¿Qué me has traído? ?me preguntó, emocionada.
Sonreí.
?¿Y tú? ¿Qué me has traído? ?bromeé.
Auri sonrió y alargó la mano. Vi brillar algo en su palma a la luz de la luna.
?Una ...
¿Cómo entra la luz en una persona? si la puerta del amor está abierta.
Que procedas del cielo o del infierno, qué importa,,¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso, ingenuo!,Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren la puerta,De un infinito que amo y jamás he conoci...
32 ?Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. 33 Así mismo también, ustedes, cua...
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te ...
La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu.
Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros.
¡he perdido mi gotita de rocío!, dijo la flor al cielo del amanecer, que había perdido todas sus estrellas.
Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo iba a disfrutar por vez primera, llegaron violentamente a mi casa un ángel y un demonio. Entraron en mi puerta y disputaron acerca de mi nuevo placer. Uno...
Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombr...
Dios es la plenitud del cielo; el amor es la plenitud del hombre.
La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.
Pacto
Por si acaso llovizna por tu calle
y quieres secar tu cuerpo
entre mis brazos
Por si el silencio te acomete
y recuerdas el lenguaje extraño
que aprendiste a mi lado
Por si regresas
a humedec...
La única cosa que tenemos que temer es que el cielo caiga sobre nuestras cabezas.
El cielo escucha las plegarias del corazón, no de la voz.
Despierta ríes y al reír tus labios inquietos me parecen relámpagos de grana que serpean sobre un cielo de nieve.
La caridad comienza en mi casa, y la justicia en la puerta siguiente.
Al fin todo se hundió... y tu mirada se torció y se deshizo en un cielo turbio y revuelto... Y ya no vi más que mis lágrimas.
El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.
A veces nos paramos tanto tiempo a contemplar una puerta que se cierra que vemos demasiado tarde otra que se abre.
Bendita la palabra que nace cuando se abre una puerta, un recuerdo, una herida.
No es blando el camino del cielo.
Las puertas del cielo y el infierno son adyacentes e idénticas.
Y ya no sé si a ti te estoy mirando, o si contemplo el cielo.
El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo.
Cuando una puerta se cierra, cientos se abren.
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
El cielo cura y el médico cobra la minuta.
La ostra enferma porque lleva la perla, y tu da gracias al cielo que te ennoblece con el dolor.
El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía.
Podeís expulsar por la puerta a los prejuicios; estos volverán a entrar por la ventana.
La mujer compuesta quita el marido de otra puerta.
Al que al cielo escupe, en la cara le cae.
Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma.
Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso... yo no sé /qué te diera por un beso.
Serás mi amor por siempre, no importa que el tiempo vaya en contra, que los días terminen en la ansiada espera, que tu boca desconozca el sendero de mi cuerpo, que tu calor no abrigue mi frío.
¡S...
Para salir del laberinto del mundo solo hay una puerta, está dentro de tí, es tu conciencia.
La Biblia enseña a amar a nuestros enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque son los mismos.