Oraciones cortas para niños ( 14 )
Oraciones cortas para niños. Encuentra docenas de oraciones cortas para niños con fotos para copiar y compartir.
Todos para uno y uno para todos.
Si no existiera el papa habría que crearlo para esta ocasión, como los cónsules romanos creaban un dictador ante situaciones dificiles.
Cuando inclino la cabeza para esconder una lágrima, estoy viviendo y muriendo lo que ordena la guitarra.
El militar es una planta a la que hay que cuidar con esmero para que no dé sus frutos.
Los seres humanos serán más felices cuando encuentren caminos para vivir como las antiguas comunidades primitivas. Esa es mi utopía.
Pocos son los que conocen la muerte; es algo que no suele aceptarse por decisión propia, sino por estolidez y por costumbre, y la mayoría de los hombres mueren porque no hay remedio para la muerte.
Cada cosa que existe es una virgen que ha de ser amada para hacerse fecunda.
Solo en la filosofía es donde cada pensador, cuando es original, determina no únicamente lo que quiere responder, sino lo que quiere preguntar para responder al concepto de filosofía.
Siempre habrá esquimales que confeccionen para los habitantes del Congo reglas de comportamiento en las épocas de grandes calores.
La inteligencia nos fue concedida para dudar.
Los mitos y los credos son luchas heroicas para comprender la verdad en el mundo.
Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un guerrero.
El dolor es para la humanidad un tirano más terrible que la misma muerte.
El arte de la expresión no me apareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano.
Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
Para aprender a rezar no hay como viajar por mar.
Para abrir nuevos caminos, hay que inventar; experimentar; crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse… y divertirse.
Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que no lo hagan trabajar.
No tengo tiempo para considerarme un inmortal del arte. Hago películas solo para entretener a la gente y las hago tan honradamente como puedo.
Viaja a los rincones que significan algo para ti, allí donde ocurrieron las cosas importantes de tu vida. .
El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.
Primera Estación
Ya rindió una jornada la fiebre de mis brazos
y aún están los leones de mi numen erguidos:
los músculos alertas para nuevos zarpazos
y firmes los pulmones para nuevos rugidos.
Si no queréis trabajar, necesitáis trabajar para ganar suficiente dinero para no trabajar más.
Existen diferencias entre la filosofía y los adhesivos para el coche.
Una fórmula para alcanzar la celebridad puede ser ésta: expresar ideas sencillas con claridad, ingenio y cortesía.
La ley de la sociedad es cada uno para todos y todos para cada uno.
Para la mayoría de los hombres, la experiencia es como las luces de popa de un barco, que iluminan solo el camino que queda a la espalda.
El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, solo uno para cada uno.
Para un amante ya no hay amigos.
¡Estudia! No para saber una cosa más, sino para saberla mejor.
Debes perder una mosca para pescar una trucha.
El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
A los viejos les gusta dar buenos consejos, para consolarse de no poder dar malos ejemplos.
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
La primera condición para la inmortalidad es la muerte.
El hombre dotado de inteligencia puede con el don de saber que posee, conseguir la capacidad necesaria para toda la técnica y destreza artística.
El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para se gobernados por los demás.
Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza ninguna para lo porvenir .
Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un hombre.
