Palabras hirientes para una mujer ( 47 )
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La naturaleza es un diccionario. Uno dibuja palabras de ella.
Son momentos de locura absoluta en los que sentimos una pasión intensa por una mujer. No vemos nada; no pensamos en nada. Solo en poseerla. Di que es bestial, brutal, lo que quieras.
¿Por qué no?, después de todo es parte suya Últimas palabras
Dirán que por no ser yo un hombre de letras, no puedo expresar bien lo que deseo tratar. Pero ellos no saben que mis cosas han de ser tomadas, más que de las palabras ajenas, de la experiencia, que ...
La mujer que queremos es lo que ella es. Algo de su ser se derrama e impregna el universo entero.
No podría decir si el nudista era hombre o mujer porque se tapaba la cara con una bolsa.
Nos hablan de paz enseñándonos un arma, nos dan libertad pero nos dicen cuándo usarla, harto de tanta charla, de palabras vacías, harto de esta democracia rancia sin eficacia.
Refrénate de pronunciar palabras amenazadoras.
Ningún hombre nacido de mujer, valiente o cobarde, puede escaparse de su destino.
¿Y si Dios fuera una mujer? Alguno dijo ¿Y si Dios fuera las Seis Enfermeras Locas de Pickapoon? Dijo alguno ¿Y si Dios moviera los pechos dulcemente?
La televisión, por contra, presenta a sus espectadores una representación de la realidad mucho más formada, sin requerir la colaboración creativa que las palabras siempre han exigido.
El pasado sigue pesando en nosotros; que la liberación de la mujer no está completa
El ritmo es lo más importante porque es la magia, lo que invita a la audiencia a bailar y lo que yo quiero son lectores que bailen con mis palabras
No tengas más que una mujer y un amigo. Las fuerzas del cuerpo y del alma no toleran más.
Solo un hombre inexperto puede hacer una declaración formal; una mujer se persuade de que es amada más por lo que adivina que por lo que se le dice.
Mi mujer de ojos de leña siempre bajo el hacha.
Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás
Reinventé mi imagen tantas veces que estoy en la negación de que yo era originalmente una mujer coreana sobrepeso.
Una mujer con imaginación es una mujer que no solo sabe proyectar la vida de una familia, la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio
Toda mujer bella lleva en sí, como una lesión del alma, el resentimiento. Es una resentida contra si misma.
Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país
Que de una mujer que es buena mil cosas buenas se aprenden.
La verdad y el error, la certeza y la duda, no son sino palabras huecas como pompas de jabón.
Tendríamos menos disputas en el mundo si se tomaran las palabras por lo que son, signos de nuestras ideas solamente, y no por ellas mismas
Cristo, al haber llamado como apóstoles suyos solo a varones, no se amoldó al uso dominante y a la tradición avalada por la legislación de su tiempo, y puso en evidencia la dignidad y la vocación...
Puedo dar un caballo de ventaja a cualquier mujer del mundo y aún así ganarla.
No se puede saber qué es una mujer hasta que no se ha visto a una mujer enamorada
Hombre de todas las mujeres y mujer de todos los hombres
La historia de la mujer es la historia de la peor de las tiranías que el mundo ha conocido. La tiranía del débil sobre el fuerte. La única tiranía duradera.
A mí me gusta que la mujer sea mujer, mujer.
Cruzarse con una mujer en la calle, mirarla, decirle una palabra y no olvidarla más, ¿qué milagro es éste? ¿Por qué esta mujer y no aquélla? Invocad la razón, el hábito, los sentidos, la cabe...
La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.
El mundo de la humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas alas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar. Hasta que el mundo de la mujer no...
La mujer cree ser la conquistada; el hombre, el vencedor. Y con todo, el vencedor se inclina delante de la vencida.
No te envanezca ser amado mucho por una mujer a quien profesas ardiente amor
Las palabras nos explican lo que nunca entenderemos: si fue cierto, fue mentira, o si al fin fue todo un sueño.
La mejor actitud respecto a las palabras es no usarlas.
Mejor que el hombre entiende a los niños la mujer; pero el hombre es más niño que la mujer.
Un hombre no debería avergonzarse nunca de confesar que se ha equivocado: eso equivale a decir con otras palabras que hoy es más sabio que ayer.
La mujer comprende al niño mejor que el hombre, pero el hombre es más niño que la mujer
