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Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.
En la sombra, lejos de la luz del día, la melancolía suspira sobre la cama triste, el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza.
Leyendo un libro, un día, de repente, hallé un ejemplo de melancolía: Un hombre que callaba y sonreía, muriéndose de sed junto a una fuente.
No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía.
El mito global solo nos empuja a la era de la melancolia. El modelo de la codicia se balancea entre la ira y la codicia; mientras la aldea global es solo una esperanza ingenua.
Cada suicidio es un sublime poema de melancolía.
La melancolía es un estado de ánimo situado entre el ombligo y la lágrima.
La melancolía es una tristeza, un deseo sin nada de dolor, parecido a la tristeza en la misma medida en que la neblina se parece a la lluvia.
Melancolía: manera romántica de estar triste.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
Me piden lo profético que hay en mí, con melancolía y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.
Yo creo que la melancolía es el estado de locura del arte. De revelación e inspiración. Es hamlet con la calavera en la mano.
En la desesperanza y en la melancolía de tu recuerdo, soria, mi corazón se abreva.
Si ves que mi canción acaso no resulta, avísame y recojo la melancolía. . . . Melancolía.
Algunos supondrán que, por mi manera de ser, propensa a la melancolía y el pesimismo, estos 90 años con los que cargo encima acabarán por desalentarme; sin embargo, es todo lo contrario.
Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad.
La melancolía no es mas que una recordación inconsciente.
Ver esos ojos únicamente me trae melancolía...melancolía de lo que nunca voy a tener
Tal vez a veces miremos el mismo paisaje, y sientas esa nostalgia inexplicable...Pues de esa misma melancolía me alimento yo...!
¡Oh! Melancolía de aquellos días...
Que tu eras mi cobijo, mi amigo, mi presente, mi futuro.
Y que al nombrarte me llenaba de orgullo...
Eres poesía en mis noches de insomnio llenas de melancolía eres mi deseo de la vida en mis horas perdidas...
No podrás impedir que la melancolía sobrevuele tu cabeza... pero sí lograr que no haga nido en ella...
Para mí, la melancolía es como un domingo de verano en la infancia. Para otros, supongo, será como un lunes de invierno en la edad adulta.
La melancolía es un recuerdo que se ignora.
Las gentes propensas a la melancolía son las mejores dotadas para el amor.
Una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala, e indiferente. Por ejemplo, la música es buena para la melancolía, mala para los que están de luto, y ni buena ni mala para el sordo.
Un aspecto de austera, profunda e irremediable melancolía se cernía y lo invadía todo.
¿Tengo que decirte esto a ti que tantas veces has tenido que sobrellevar el peso de verme pasar de la tristeza a la loca extravagancia, de la dulce melancolía a la depravada pasión?
La sabiduría cura la melancolía, solo con que seamos capaces de permitir que nuestro duelo y nuestro dolor se vean aliviados.
Y en mi melancolía fría hoy le cuento al mundo que exististe un día
Mariposa de ensueño, te pareces a mi alma y te pareces a la palabra melancolía.
Cuando el sentimiento de melancolía bovina, de irremediable fatalismo se transforma en un lacerante sentido del horror, el arbusto del opio del optimismo acude en ayuda de los hombres
El esfuerzo inútil conduce a la melancolía.
Oh melancolía, amante dichosa, siempre me arrebata tu placer
En aquel momento sus ojos miraban en derredor, asombrados, asustados, con melancolía y vaguedad, como el que no ha visto nunca un horizonte y lo ve por primera vez.
Tristeza y melancolía fuera de la casa mía.
Mas para que ahora no se ría usted demasiado de mí, añadiré que sé muy bien que soy un alegre pinzón y que, no teniendo una indigestión o algo por el estilo, no soy propenso a la melancolía.
Melancolía y utopía son cabeza y cola de la misma moneda
Todo hombre considera su condición humana con cierto aire de melancolía
La melancolía de morir en este mundo, y de vivir sin una estúpida razón