Frases cortas de tristeza por amor ( 94 )
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El mundo fue más hermoso desde que me hiciste aliada, cuando junto de un espino nos quedamos sin palabras ¡y el amor como el espino nos traspasó de fragancia!.

La grandeza y el amor son como los perfumes; los que los llevan apenas los sienten.

Nunca desperdicies la oportunidad de expresar tu amor.

He deseado para ti todo el bien y me acompaña la bondad del amor.

La poesía es solo amor, transgrede las prohibiciones y se atreve a mirar de frente a lo invisible.

Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor me esperaba todavía íntegra toda la locura.

Sabes que el amor se nos alborota, libre como las gaviotas que hasta el corazón vuela al son, es el firmamento que ven dos locos que se miran a los ojos y del corazón brilla el sol.

Déjate convencer, duerme esta noche conmigo. Que el amor se encuentra antes si se busca. Mira que casualidad si yo fuera tu hombre y la duda de haberte dado luz no te deja dormir nunca.

El amor era un huésped, la soledad es siempre el compañero.

Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naúfragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).

Para ti lo infinito o nada; lo inmortal o ésta muda tristeza que no comprenderás...

Ya ni quiero decirte que te quiero, silencio del amor, noche entregada.

¡El amor es más fuerte que la Muerte, y la Muerte más fuerte que el olvido!.

Nunca faltarán ondas en la mar, ni ira y tristeza en el corazón del avariento.

Todo viejo amor es un recuerdo agradable mientras no interviene la persona que lo inspiró.

¡cosa curiosa! el primer síntoma del amor en un joven, es la timidez; en una joven, es la audacia.

El milagro del amor humano, es que, sobre un instinto muy simple, el deseo, se construyen edificios de los más complejos a los más delicados sentimientos.

Dame tu estar, amor, en los extremos, tu presencia y tu infiel sabiduría: por los caminos de la sangre mía ya no sé si es que vamos o volvemos.

Aprendamos a darnos con amor sincero a nuestro prójimo, solo así podremos nuestros pies sobre la Tierra.

Hay amor tan ingrato, quítame solo una duda, si eres tú el que se muere o soy yo el que te mato.

La espiritualización de la sensualidad se llama amor.

¡Felicidad!... ¡Felicidad!... Dulzura del labio y paz del alma... Te he buscado sin tregua, eternamente, en la hermosura, en el amor y el arte.

El clima es mío, somos uno, las noches de tormenta... nuestro amor es grande...

Tú, mi razón de vida, mi razón de amor; mi razón, mi pensamiento, mi desencadenado sentimiento, la luz y el fuego de mi corazón.

Donde no hay vino no hay amor.

La vergüenza, el amor, el orgullo, todo hablaba en mí al mismo tiempo.

Siempre así es el amor, será y ha sido: mata de celos y de un golpe, y luego besa y besa, llorando lo que mata.

Siempre vives, alma mía, en mis recuerdos de amor, como el perfume en la flor.

Basta de banalidades: basta de viajes, versos, hoteles, tranvías... el amor significa la vida.

Las mujeres, cuando aman, ponen en el amor algo divino. Tal amor es como el sol, que anima a la naturaleza.

El amor da al necio osadía y entendimiento.

Amor, tos y dinero, llevan cencerro.

Los cuerpos se revuelven tan certeros, guiados del amor, como esos astros que, arriba, solo ven tus ojos puros.

Y lo imposible es posible; el camino largo es fácil, cuando brilla a lo lejos la mirada fugaz bajo el pañuelo, cuando resuena con honda tristeza el canto sordo del cochero.

Chau, amor mío, pero el desencanto puede ser tán fuerte por quererte tanto que ni aún la muerte pueda ahogar el llanto de mi soledad.

Entre las combas y las sombras de tu hermosura no me pierdo, y tu nombre claro proyecta luz muy personal sobre tu cuerpo, que está en mi amor y fuera de su mágico radio secreto.

Noche mucho más noche: el amor ya es un hecho.

Quien confunde esposa con esclava, está confundiendo amor con propiedad.

Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.

Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poesía de todos.