Frases cortas para envidiosas ( 7 )
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Si se es honrado y se nace pobre, no hay tiempo para ser sabio y ser rico.

Desde que encontré tus labios, como una mariposa al descubrir su miel, necesito tu boca para embriagar tus noches y tus manos sedientas que alimentan mi piel.

Prefiero el brillo de tus ojos al de los diamantes. Porque solo brillan para mí.

Para vivir solo es preciso ser un animal o un dios -dice Aristóteles. Falta el tercer caso: hay que ser ambas cosas: un filósofo.

Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos.

Cuando examino mis métodos de pensamiento, llego a la conclusión de que el don de la fantasía me ha significado más que mi talento para absorber el conocimiento positivo.

El que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene que inventar otras mil para sostener la primera.

El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad.

Temprano en la vida tuve que elegir entre la arrogancia honesta y la humildad hipócrita. Elegí lo primero y no he visto razón para cambiar.

Para encadenarlo (al pueblo) es preciso aparentar que se llevan las mismas cadenas que él.

¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -me sirve para ser rico-¿y de qué te sirve ser rico? -me sirve para comprar más estrellas.

¿que diferencia hay para los muertos, los huérfanos y los refugiados que la loca destrucción venga bajo el nombre del totalitarismo o el sagrado nombre de la libertad y la democracia?.

Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres.

Para el hombre ocupado no hay día largo.

La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá.

Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.

Le has dado a mi semblante sin saberlo una luz interior que me hace fuerte, para vencer mayores soledades.

Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar.

La fotografía es más que un medio para la comunicación efectiva de ideas. Es un arte creativo.

Cuando la tiranía se derrumba procuremos no darle tiempo para que se levante.

El comportamiento de los niños es un reflejo del de los adultos. Examina que te impide amarte y disponte a liberarte de ello. Serás un maravilloso ejemplo para tus hijos.

¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?.

No necesitas una espada para cortar dos flores.

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.

Para el amor y la muerte no hay cosa fuerte.

La sangre sirve solo para lavar las manos de la ambición.

Para ser arquitecto hace falta tener un sueño, ideales y la energía física para mantenerlo, y espero que los jóvenes tengan esos sueños y esa energía que los ayude a mantenerlos.

Antídoto para el aburrimiento es la acción entusiasmante del servicio. Un aburrido no es quien puede, sino quien quiere.

Algunas de las hazañas más grandes de la humanidad han sido obra de personas que no eran lo bastante listas para comprender que eran imposibles.

La vida es demasiado corta para el ajedrez.
La soledad es un consuelo para un alma entristecida, que aborrece a los que la rodean igual que un ciervo herido abandona su rebaño, para refugiarse en una cueva en la que sonará o morirá.

Para grandes cosas mucho tiempo se requiere.

Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que hace, en lo que ha logrado, sino en lo que aspira a hacer.

Entre dos amantes, la prueba de que uno ama demasiado dispensa para siempre, a quien la recibe, de amar lo suficiente.

Soy un paranoico al revés. Siempre sospecho que la gente está planeando algo para hacerme feliz.

Y entre tanto que tengo, no encuentro razón suficiente para olvidarme de ti.

El sueño es el alivio de las miserias para los que las sufren despiertos.

La muerte nos iguala a todos. Es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje.

Su espalda pierde su nombre con tanta gracia, que no puede uno más que darle la razón; Ojalá fuera yo, señora, un poeta de raza, para decir en su honor una oda inmortal.