Frases cortas para los envidiosos ( 34 )
Frases cortas para los envidiosos. Encuentra docenas de frases cortas para los envidiosos con fotos para copiar y compartir.

Para triunfar, primero debemos creer que podemos.

Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.

La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho.

La sanación más segura para la vanidad es la soledad.

Para un escultor o un pintor es un error hablar o escribir a menudo sobre su trabajo. Esto libera tenciones y las tensiones son necesarias para su obra.

Oír es precioso para el que escucha.

Solo paz y libertad son indispensables para el poeta, porque también le pueden quitar esa paz y esa libertad; y no la libertad común, sino la libertad creadora, la libertad secreta.

La vieja mano sigue trazando versos para el olvido.

No existe la suerte. Solo hay preparación adecuada o inadecuada para hacer frente a una estadística.

La clemencia de los príncipes a menudo no es más que política para ganarse el afecto de los pueblos.

Como todos los jóvenes arranqué para ser un genio, pero afortunadamente la risa intervino.

Ser río que corre, ser nube que pasa, sin dejar recuerdos ni rastro ninguno, es triste, y más triste para el que se siente nube en lo elevado, río en lo profundo.

Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada.

Hablemos y escribamos en americano; es decir en lenguaje para el que creamos las voces que estimemos apropiadas a nuestra manera de ser social, a nuestras instituciones democráticas.

El cazador que persigue a un elefante no se detiene para tirar piedras a los pájaros.

Hay que amar lo que es digno de ser amado y odiar lo que es odioso, más hace falta buen criterio para distinguir entre lo uno y lo otro.

La vida nunca se vuelve un hábito para mí. Siempre es una maravilla.

Las armas se deben reservar para el último lugar, donde y cuando los otros medios no basten.

La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo.

Cuando cree en si mismo, es libre para enfocarse en mejorar y alcanzar su potencial.

Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre debe hacer y como norma para su conducta.

El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.

Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas.

Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad.

La guitarra con toda su luz, con todas las penas y los caminos, y las dudas. ¡La guitarra con su llanto y su aurora, hermana de mi sangre y mi desvelo, para siempre!.

Para alcanzar las estrellas sonda el cisne la laguna; en el mar de los amores yo soy cisne y tú eres luna.

La democracia necesita apoyo y el mejor apoyo para la democracia viene de otras democracias.

La inquisición, como es sabido, es una invención admirable y sumamente cristiana para hacer al papa y a los monjes más poderosos y para convertir en hipócrita a todo un reino.

Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.

Las matemáticas se escriben para los matemáticos.

Para torturar a un hombre tienes que conocer sus placeres.

El optimismo es esencial para el progreso verdadero.

Tu desnudez derriba con su calor los límites, me abre todas las puertas para que te adivine, me toma de la mano como a un niño perdido que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Cuando se alza un poder ilegítimo, para legitimarlo basta reconocerlo.

Si un trovador me pidiera un poquito de luz para su vida, toda la selva en fuego convertida para su corazón yo le ofreciera.

El labrador tiene que sembrar para recolectar.

Mientras mayor el viaje, más comprometido tiene que estar para tomarlo.

Siempre es incompresible para un hombre ver como una mujer rechaza una oferta de matrimonio.

No desearlo todo para sí; quitarse algo de sí para que toquen a igual parte todos, es valor que parece heroico, a juzgar por el escaso número de los que dan prueba de él.

El poeta escribe para expresarse, es decir, para afirmarse a sus ojos analizando sus propios sentimientos, sin ocuparse con exceso de las reacciones de los auditores eventuales.