Frases de buena vibra. Encuentra docenas de frases de buena vibra con fotos para copiar y compartir.
La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.
Para tener buena salud lo haría todo menos tres cosas: hacer gimnasia, levantarme temprano y ser persona responsable.
La persona que tiene mucha alegría es necesariamente buena: pero tal vez no sea la más lista, aunque consigue precisamente aquello que la más lista trata de conseguir con toda su listeza.
La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.
La guerra solo tiene una buena cosa; la paz que trae en pos de ella.
A buena mujer, poco freno basta.
El buen juicio nace de la buena inteligencia y la buena inteligencia deriva de la razón, sacada de las buenas reglas; y las buenas reglas son hijas de la buena experiencia: madre común de todas las ...
Es una buena norma en la vida nunca disculparse. La buena gente no quiere disculpas y la mala saca siempre ventaja de ello.
La mejor defensa contra la mala literatura es una experiencia plena de la buena; así como para protegerse de los bribones es mucho más eficaz
intimar realmente con personas honestas que desconfiar ...
Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre
La literatura puede ser una buena terapia personal, una especie de psicoanálisis por el que no se paga al psicoanalista.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
Una buena parte de los hombres no tiene más vida interior que la de sus palabras, y sus sentimientos se reducen a una existencia oral.
Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.
Si la mujer fuera buena, Dios tendría una.
Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.
Por buena que sea la cuna, mejor es la buena crianza.
De buena semilla, buena cosecha.
La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren.
La felicidad del ser humano depende de su buena voluntad básicamente.
La paz reside en la buena voluntad.
Cuidado de la democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero de la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede pade...
La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, péro no sera ni buena ni humana.
Un príncipe. . . Jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.
Al mal tiempo, buena cara.
Ni pueblos ni hombres han de ser medrosos que lleguen a tener miedo de sí mismos. En buena hora que la política sea artística, y pocas ciencias requieren tanto arte y mesura y estudio y buen gusto ...
La función última de la crítica es que satisfaga la función natural de desdeñar, lo que conviene a la buena higiene del espíritu.
Hacer una buena ensalada es como ser un diplomático brillante; el problema es el mismo en ambos casos: saber con exactitud la cantidad de aceite que hay que mezclar con el vinagre.
Buena es la pelea ganada, pero es mejor la evitada.
De buena casa, buena brasa.
Una buena fotografía se obtiene sabiendo dónde pararse.
La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una ...
Hay que tener buena memoria después de haber mentido.
El perro de buena raza hasta la muerte caza.
Con buena suerte hemos nacido si no la malogramos.
Te sientas frente a un tablero y repentinamente tu corazón brinca. Tu mano tiembla al tomar una pieza y moverla. Pero lo que el ajedrez te enseña es que tú deber permanecer ahí con calma y pensar ...
No se puede hacer buena a la gente mediante una ley parlamentaria: eso ya es algo.
Hay que presentarse ante los enemigos y ponerles buena cara; si no, creen que se les teme y eso les hace intrépidos.
La buena suerte se pasa, y el saber se queda en casa.