La sombra de la patria almafuerte. Encuentra docenas de la sombra de la patria almafuerte con fotos para copiar y compartir.
Dibujada llevo en mi sangre y mi cuerpo cuerpo y sangre de mi patria.
Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas; destruir la nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la Nación entera.
Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.
La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un territorio en el suelo que habitan.
La patria es un peligro que florece.
Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos. No puedo no querer la sombra que tenemos, no apresar con ella el resplandor de un verso.
Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.
Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria.
Perder nuestro nombre es como perder nuestra sombra; ser solo nuestro nombre es reducirnos a ser sombra.
Un caudillo desinteresado, es una gala de los hombres y huésped eterno de la patria.
La libertad de mi patria, quisiera verla surgir entre alas, no de entre charcas de sangre.
El que no ama su patria no puede amar nada.
No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor.
Yo y mi sombra, ángulo recto. Yo y mi sombra, libro abierto.
Por patria reputamos la tierra donde vivimos felizmente.
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes....
En plena luz no somos ni una sombra.
Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.
La patria no es la tierra. Los hombres que la tierra nutre son la patria.
La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria.
El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no solo ser oído sino también creído.
La patria es impecable y diamantina.
Para el hombre dichoso todos los países son su patria.
Deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás.
Nuestras buenas y nuestras malas acciones nos siguen casi como una sombra.
Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol; no vaya a ser la sombra de un pigmeo.
El amor a la patria es más patente que la razón misma.
La sombra no existe; lo que tu llamas sombra es la luz que no ves.
No he nacido para solo un rincón, mi patria es todo el mundo.
El amor a la patria no conoce fronteras ajenas.
La mujer es como la sombra: si la huyes, sigue; si la sigues huye.
Verdaderamente tiemblo por mi patria cuando pienso que Dios existe.
Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra.
Es hermoso servir a la patria con hechos, y no es absurdo servirla con palabras.
A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.
En la vejez la ciencia es para nosotros un cómodo refugio; y si no la plantamos de jóvenes, no nos dará sombra cuando seremos viejos.
La informática es ya una patria común; el resto, o sea, la moral, se reduce a tener limpia la acera de la casa.
Nada crece bien a la sombra de un gran árbol.
La patria es un dolor que aún no sabe su nombre.
Si aspiras a encontrarte a ti mismo, no te mires al espejo, porque allí encontrarás solamente una sombra, un extraño...