Richard bach nunca te conceden un deseo ( 4 )
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La vida no es significado; la vida es deseo.

Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo.
Te Esperaré
Te esperaré del lado del silencio.
Entre las sombras de las lentas horas.
Te esperaré en el fondo de mis sueños
allí donde comienzan nuestras cosas.
En ese después del tiempo
donde ...
Noviembre
A mi padre
Me acodé en el balcón:
las estrellas giraban,
musicales y suaves, como los crisantemos
de las huertas perdidas.
Toda la noche tiene manos inmaculadas
que pasar por la...
Explora Mis Panales, Mi Recinto...
Explora mis panales, mi recinto
secreto donde oculta miel destila.
El tiempo su madeja fiel deshila
confiado a los fervores del instinto.
Bebe el beso que el dulce...
Andinismo
Los labios suben;
laboriosos, escalan las uñas,
las rodillas
-andinistas de fuego-,
ávidos, se demoran en los pozos de sombra
que conceden la luz.
La exploración se adentra
entre el foll...
Sé Que Estoy Vivo...
Sé que estoy vivo en este bello día
acostado contigo. Es el verano.
Acaloradas frutas en tu mano
vierten su espeso olor al mediodía.
Antes de aquí tendernos, no existía
es...
HOLA CORAZON. ¿SABES?
Te extraño mucho¡¡¡
He querido olvidarte pero no he podido.
He intentado no pensar en ti pero más te recuerdo.
Cuando voy por las calles y miro las parejas camina...

Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto.

Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural no puede existir en vano.

Leer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida.

El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.

Sé bueno a causa de tu energía; nunca seas bueno a causa de tu debilidad.

Nunca he encontrado una persona tan ignorante que no pueda aprender algo de ella.

Tan fuerte es el vínculo con un hijo que nunca se tuvo como con el que se ha tenido.

El agradecimiento que solo consiste en el deseo, es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras.

Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.

Ten paciencia corazón, que es mejor, a lo que veo deseo sin posesión que posesión sin deseo.

Nunca es definitivo el éxito, ni perenne el fracaso.

El que nunca fue cosa y después cosa lo hacen, cuando se pone a hacer cosas, ¡Dios mío que cosas hace!

El amor no envejece nunca; muere en la infancia.

Inquieto en tus ojos vive el deseo, no hay ningún apuro, con calma te espero.

Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo. No me importa el resto del mundo.

Amor es deseo de conocimiento.
Un deseo profundo vive en mí: ser un día el rostro de una sombra sin imagen alguna, y sin historia. Ser solamente el eco de un canto apenas acorde que señala a sus hermanos. La libertad del espíri...

Deseo partir Peinada de luna Bajo el cielo errante.

La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de verdad.

Deja que en el hondor de los minutos, se asfixien las palabras y arda solo el deseo.

No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa.

Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.

El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

Razonar: sopesar probabilidades en la balanza del deseo.

¡Oh que aprisa piensa un vehemente deseo que no hay más que lo que piensa!

¡Ah, el eterno femenino! Decía aquel señor cuya mujer nunca acababa de morirse.

No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.

Nunca llega a ser coronado por la inmortalidad quien teme ir adonde le conducen voces desconocidas.

Los deseos se tienen, no se piden. Lo que se pide es el objeto del deseo.

La sabiduría es un tesoro que nunca causa entorpecimientos.

Ser pobre y parecerlo es el método más seguro para nunca levantar cabeza.

Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.