Votos de matrimonio romanticos. Encuentra docenas de votos de matrimonio romanticos con fotos para copiar y compartir.
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
Para un buen matrimonio hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona.
Los hombres y las mujeres a veces descubren que es difícil encontrar a la pareja deseable para el matrimonio. Puede ser cierto. Pero hay otro componente en la situación: no es suficiente encontrar a...
Conozco a centenares de maridos que volverían felices al hogar si no hubiera una esposa que les esperara. Quiten a las esposas del matrimonio y no habrá ningún divorcio.
El matrimonio es la principal causa de divoricio.
La mujer llora antes del matrimonio, el hombre después.
El matrimonio es como una jaula; uno ve a los pájaros desesperados por entrar, y a los que están dentro igualmente desesperados por salir.
Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece.
El matrimonio es un viaje con rumbo desconocido, en el que los integrantes deben compartir no solo aquéllo que cada uno ignora del otro, sino también lo que desconocen de sí mismos.
El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo.
En todo matrimonio que ha durado más de una semana existen motivos para el divorcio. La clave consiste en encontrar siempre motivos para el matrimonio.
El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor.
En vida de matrimonio, ni soso ni salado.
En el matrimonio, la mujer es igual al varon y tiene derechos que reclamar, que la ley debe asegurarle.
El matrimonio, como el dinero, todavía está con nosotros, y, como el dinero, se devalúa progresivamente.
Dirigidos a una sola persona, y mutuos, caritas y amor, dan un matrimonio feliz.
Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarce con un millonario, de enamorarse de él.
Patrimonio es un conjunto de bienes; matrimonio es un conjunto de males.
Matrimonio: Estado o condición de una comunidad que se compone de un señor, una concubina y dos esclavos, todo en solo dos personas.
Un matrimonio feliz, es una larga conversación que siempre parece demasiado corta.
Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.
El matrimonio es algo así como armar un edificio de juguete sin manual de instrucciones.
Para tener un matrimonio feliz se necesita tener madurez intelectual, económica y emocional.
Cuando se acierta con la persona, el matrimonio da felicidad y tranquilidad.
Si no fuera por el matrimonio, algunos maridos no tendrían nada en común con sus esposas.
Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida.
El amor abre el paréntesis, el matrimonio lo cierra.
Ei matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
La máxima felicidad del matrimonio, cosa que los jóvenes ignoraran siempre, es la de envejecer juntos.
Los que se proponen como objeto supremo de su vida la felicidad personal, es natural que no tengan inclinación hacia el matrimonio.
Indudablemente la época más feliz del matrimonio es la luna de miel; lo malo es que para repetirla, han de suceder cosas muy desagradables.
El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
El matrimonio es la escuela segura del orden, de la bondad, de la humanidad, que son cualidades mucho más necesarias que la instrucción y el talento.
El matrimonio es una gran institución para quien admira las instituciones.
Todavía no se ha descubierto la brújula para navegar en la alta mar del matrimonio.
El amor es física, el matrimonio química.
Un matrimonio exitoso es un edificio que se debe reconstruir diariamente.
El matrimonio es el ayuntamiento de dos bestias carnivoras de especie diferente que de pronto se hallan encerradas en la misma jaula. Se rasgunan, se mordisquean, se devoran, por conquistar un milimet...
El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.
No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio.