Frases-de-reconocimiento ( 64 )
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A veces, el arte está en los críticos. Estos inventan el arte.

Una pizca de probabilidad tiene tanto valor como una libra de quizá.

La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.

El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no abre los labios.

A menudo, la fortuna nos hace pagar muy caro lo que creemos que nos ha regalado.

Quien no añade nada a sus conocimientos, los disminuye.

El genio es un rayo cuyo trueno se prolonga durante siglos.

El mejor fuego no es el que se enciende rápidamente.

¿No es extraño? Los mismos que se ríen de los adivinos se toman en serio a los economistas.

Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.

Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo.

Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.

Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.

Más vale apagar una injuria que apagar un incendio.

Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.

La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.

Quien canta, sus males espanta.

No hables mal del puente hasta haber cruzado el río.

Ahora puedo decir que el arte es una tontería.

La novedad es madre de la temeridad, hermana de la superstición e hija de la ligereza.

Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.

Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría.

Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobiernos para adormecer a sus gobernados.

El arte del comerciante consiste en llevar una cosa desde el sitio donde abunda al lugar donde se paga cara.

Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas.

Una opinión equivocada puede ser tolerada donde la razón es libre de combatirla.

Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo.

El primer favor denegado anula todos los anteriores.

Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.

Uno escribe a base de ser un minero de sí mismo.

Toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad, sin que pueda nadie sustraerse a su influjo.

La vejez es una enfermedad como cualquier otra en la cual al final uno se muere irremisiblemente.

No te aflijas, sino alégrate de preferir ser, aún siendo miserable.

Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.

No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación.

Nunca leo novelas ni ensayos, sino biografías. Para mí, es más importante la vida de un hombre que sus sueños de papel.

El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal y como siempre las ha hecho.

Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento.

Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.

Una multitud es como un vasto desierto de hombres.