Frases-hermosas-para una mujer ( 23 )
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Cuando tropieces en tu vida o tengas alguna caída,solo parate y sigue adelante y siempre atenta que si vuelve a suceder,no sea con el mismo objeto...

La decepción tiene la ventaja de aclarar el panorama de quien te rodea.

La virtud de la humildad es la grandeza y esencia de un ser humano que no juzga, solo deduce que la vida le devuelve lo que siembra.

Nunca dejes de sonreír ni siquiera.
Cuando estés triste, porque nunca!
sabes quien pueda enamorarse de tu sonrisa...

Cuán vano es sentarse a escribir cuando aún no te has levantado para vivir.
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más qu...

La mujer es más como la noche. Te rodea, te envuelve, te ahoga, sin ofenderte, sin ni siquiera tocarte.

Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.

Detesto lo que escribes, pero daría mi vida para que puedieras seguir escribiendolo.

Empieza transformando todo lo que haces en algo bello para dios.

A buena mujer, poco freno basta.

Para lograr todo el valor de una alegría has de tener con quien repetirla.

Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común.

En la vida conyugal, la pareja unida no tiene que formar más que una sola persona moral, animada y gobernada por el entendimiento del hombre y por el gusto de la mujer.

La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer.

En su primera pasión, la mujer está enamorada del ser amado; en todas las demás, solo está enamorada del amor.

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

Compórtate con tu mujer como te comportarías con la de otro.

La mujer es como una sombra: no podrás atraparla, pero tampoco huir de ella.

El amor en la mujer está siempre mezclado con una admiración involuntaria, y cesa cuando cree convencerse de que el hombre le es inferior.

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.

Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban...

Al estar enamorados de una mujer, simplemente proyectamos en ella un estado de nuestra mente; por consiguiente, lo importante no es el valor de la mujer, sino la profundidad del estado.

Sin mujer, la vida es pura prosa.

El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".

Entre mi mujer y yo, siempre hay una cremallera que se atora.

Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas.
Hemos preparado a los hombres para pensar en el futuro como una tierra prometida que alcanzan los héroes, no como lo que cualquiera alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga.
Mi madre fue la mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelecutal y física que recibí de ella.

En tu relación con cualquier persona, pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla.

Actuamos como si el lujo y la comodidad fueran lo más importante en la vida, cuando lo único que necesitamos para ser realmente felices es algo por lo cual entusiasmarnos.

Uno es para siempre responsable de lo que domestica.

La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley.

Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.

Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.

El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.

Cuando una mujer sufre en silencio es porque su teléfono no sirve.

Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida, lo cual no dice mucho en su favor.

Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.