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El único problema filosófico verdaderamente serio es el Suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas
El respeto de sí mismo es, después de la religión, el principal freno de los vicios.
A menudo se juzga a los hombres por el crédito de que gozan o por las riquezas que poseen.
No vive el que no vive seguro.
Debes hacer las cosas que crees que no puedes hacer.
El único modo de estar seguro de coger un tren es perder el anterior.
La única simplicidad que vale la pena de conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
La meditación es el ojo del alma.
La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para ver.
La fuerza es el derecho de las bestias.
Unos por otros y la casa sin barrer.
Comida hecha, compañía deshecha.
Las desgracias más temidas son, de ordinario, las que no llegan jamás.
No tenemos otro mundo al que podernos mudar.
Los más desgraciados son los que lloran menos.
No hay que empezar la casa por el tejado.
Lo mejor es enemigo de lo bueno
No nos quedan más comienzos.
Los buscadores de oro cavan mucho y hallan poco.
Las heridas de la calumnia se cierran pero quedan las cicatrices.
Un hombre sin restricciones es como un barril sin aros que rueda y se hace pedazos.
Cuando vienes al mundo, lloras. Cuando mueres, el mundo calla.
La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana.
Unos tienen fama y otros cardan la lana
Un tonto sabio es más tonto que un tonto ignorante.
Las sensaciones no son parte de ningún conocimiento, bueno o malo, superior o inferior. Son, más bien, provocaciones incitantes, ocasiones para un acto de indagación que ha de terminar en conocimie...
Lo poco que conozco del matrimonio procede de lo mucho que sé del divorcio.
Si tuviera dos caras. ¿Estaría usando ésta?
Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho.
¿Quién osó luchar con los dioses, y quién con el Único? Es hermoso ser un discípulo de Homero, aunque sea el último.
¡Que paren la Tierra, que yo me bajo !!
Haz que las contrariedades te alienten y los obstáculos te engrandezcan.
La soledad es patrimonio de la edad adulta.
Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que se sigue viviendo.
No creo que haya que lamentarse sobre el propio destino, pero a veces es muy duro.
La inactividad solo apetece cuando tenemos demasiado que hacer.
Cual más cual menos, toda la lana es pelos.
La obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee.
Seamos discretos. No peguntemos a la gente si vive.
No hay que mentar la soga en casa del ahorcado.