Frases cortas para envidiosas ( 11 )
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Ahora una vez más en la noche apagada como plantas crecen murallas de clausura, murallas fronterizas para custodiar los campos de mi amor.
En estos pensamientos he puesto un rayo de sol, para la noche infinita que me espera.
Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: ¡Madre!.
El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre.
Cien profundas soledades forman juntas la ciudad de Venecia -ésa es su magia. Una imagen para los hombres del futuro.
Los cuadros están hechos para estar en lugares de meditación.
Mas precisamente para el héroe lo bello es lo más difícil. Inaccesible es la belleza a todas las voluntades impetuosas.
No hay grandeza para quien quiere engrandecerse.
Es muy cierto que gran parte de los hombres que son incapaces de amar tampoco valen mucho para la amistad. Pero también se ve menudo lo contrario.
Las amenazas solo son armas para el amenazado.
Lo bien aprendido, para siempre es sabido.
La precisión es siempre ventajosa para la belleza, y el razonamiento riguroso para el sentimiento refinado. Vanamente exaltaríamos el uno despreciando el otro.
Para disfrutar de lo sencillo se requiere de cierta altura.
Antes había países pacíficos y países agresivos. Ahora todos quieren la paz. Y para asegurarla, fabrican más armas que nunca.
Estoy haciendo versos para vos. ¡Y vos nunca supiste qué era un poema!.
Una ráfaga de invierno sin color para mostrar sin hojas para rasgar.
Para llegar a los grados superiores del poder, abandonar sus grados inferiores.
Las personas que debemos temer no son las que no están de acuerdo con nosotros. Debemos temer las que no están de acuerdo y son demasiado cobardes para darlo a entender.
Los cínicos no sirven para este oficio.
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.
Tradición es un reto para la innovación.
La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius?.
Un arma es un enemigo para su dueño.
Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo.
Para ser bueno basta practicar tres cosas y todo te resultará a pedir de boca. ¿cuáles son estas tres cosas?: alegría, estudio y piedad.
Vengo de un mundo lleno de caminos, montaña, selva, mar, prado y arena. ¡Traigo una sed de paz, tan infinita!...Hazme un nido de amor para mi pena.
El buen Dios ha de tenernos en verdad mucho cariño para acercarse siempre a nosotros con un tiempo tan malo.
Tenemos que hacer planes para la libertad, y no solo para la seguridad, por la única razón de que solo la libertad puede hacer segura la seguridad.
El carácter mercantil está dispuesto a dar, pero solo a cambio de recibir; para él, dar sin recibir significa una estafa.
Solo hay una posición para un artista en cualquier lugar, y es estar en posición vertical.
El hombre solo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía;y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.
El ajedrez constituye un medio eficaz para la educación y formación del intelecto del hombre.
Es preciso que los hombres conozcan el mal para poder evitarlo y entregarse a la práctica del bien.
En dos segundos me ha hecho usted feliz para siempre. Si, feliz. Quien sabe, quizá me ha reconciliado conmigo mismo, quizá ha resuelto mis dudas... quizá hay también para mi minutos así...
Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.
Cada vez que me preparo para un viaje me preparo como para la muerte. Si no volviera nunca, todo está en orden.
La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas.
El amor es canción para estar vivos, desprendida ternura, rompeolas.
Cuando los hombres se ven reunidos para algún fin, descubren que pueden alcanzar también otros fines cuya consecución depende de su mutua unión.
El avaro desollaría a un piojo para obtener su piel.
