Frases de amor para enamorar a una mujer ( 160 )
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Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído.
Quisiera una velada de placer inagotable... ¡Y tu corazón tallado con mis besos!.
No hay sueños imposibles ni tan lejos si somos como niños, sin miedo a la locura, sin miedo a sonreir.
¿Por qué hay miedo en tu corazón? detrás de tus pechos crecen flores, hueles a manzanas y eternidad.
La pasión carnal es la forma más alta de busqueda espiritual. Es una visión de la eternidad.
Cual es el padre, así los hijos salen.
Señor, quisiera saber quien fue el loco que inventó el beso.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.
Yo amo, tu amas, el ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación sino realidad.
Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas.
Mientras hay vida, hay esperanza.
El corazón tiene razones que la razón ignora.
Una madre tiene algo de Dios y mucho de ángel.
El temor y la esperanza nacen juntos y juntos mueren.
Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año.
Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia.
Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.
Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.
Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.
La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.
El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.
No puedo estar enamorado de una persona de la que no me fío.
El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.
Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo.
Mi corona está en el corazón, no en mi cabeza.
La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.
Nada es mejor ni peor, lo importante es que salga del corazon
Aquél que tiene fe no está nunca solo.
La desesperación infunde valor al cobarde.
Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.
El dolor silencioso es el más funesto.
La desconfianza es la madre de la seguridad.
No hay amores viles, sino físicos, y no constantes, y hay otros amores estables.
De no estar tú, demasiado enorme sería el bosque.
El arte de la vida es el arte de evitar el dolor.
El mejor de todos los hombres es el que le gusta a todas las mujeres.
Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.
Castiga a los que te envidian haciéndoles el bien.
