Frases para un hombre infiel ( 18 )
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Teniendo en cuenta la naturaleza humana, ejercer el poder sobre el sustento de un hombre equivale a ejercer el poder sobre su voluntad.
Un hombre feliz es un bien común.
Un hombre sin restricciones es como un barril sin aros que rueda y se hace pedazos.
Tal vez suceda que una vez cada siglo la alabanza eche a perder a un hombre o lo haga insufrible. Pero es seguro que una vez cada minuto algo digno y generoso muere por falta de elogio.
Siempre se ha creÃdo que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creÃdo también que hay otra cosa que se llama albedrÃo. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicciÃ...
Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.
Detrás de cada mujer con éxito hay un hombre sorprendido.
Ningún hombre honesto se hace rico en un momento.
El hombre se instruye por la imitación y se anima por el ejemplo.
No es con una idea como se levanta a un hombre, sino con un sentimiento.
Nunca aconsejéis a un hombre que desconfÃe de una mujer con la que ya esté casado. Es demasiado tarde para él.
Las mujeres son como las corbatas: de lejos son bonitas e inofensivas, pero terminan ahorcando al hombre.
La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo.
El hombre esta hecho para el error. Este entra en su espÃritu con toda naturalidad, pero para descubrir una verdad requiere un gran esfuerzo.
La mayorÃa de las mujeres se empeñan en cambiar a un hombre, y cuando lo han conseguido ya no les gusta.
El hombre deberÃa decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice.
Los cielos nunca ayudan al hombre que no quiere actuar.
No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.
El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale.
El hombre puede ser un escéptico sistemático; pero entonces no puede ser ya ninguna otra cosa; y ciertamente tampoco un defensor del escepticismo sistemático.
El cuerpo del hombre es como una vestidura: cuando se ha gastado por la edad o por la enfermedad, el alma lo abandona.
La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
El hombre es esencialmente un ser social; con mayor razón, se puede decir que es un ser familiar.
Cada uno de nosotros está solo y, cuanto antes un hombre lo comprenda, mejor para él.
Un hombre educado es el que tiene los amores y los odios juntos.
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caÃdo.
Recordad que el hombre permanece en el rincón de la oscuridad por temor a que la luz de la verdad le deje ver cosas que derrumbarÃan sus conjeturas.
Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
Tiene ingenio el hombre que dice aquello que nosotros habrÃamos dicho si se nos hubiera ocurrido antes.
Equivocarse, y a pesar de ello, deber otorgar confianza a mi ser interior, esto es el hombre.
El hombre es en verdad un animal gregario: puede que le guste pasear a solas, pero odia quedarse solo en sus opiniones.
El hombre llega hasta donde la mujer quiere.
Sin amistad el hombre no puede ser feliz
Nadie es un gran hombre para su criado.
Cada vez que un hombre rÃe, añade un par de dÃas a su vida.
El hombre busca su bien a costa del mundo entero.
Cuando el hombre pone la planta en el suelo, pisa siempre cien senderos.
Lo sabemos, el hombre es racional, pero ¿lo son los hombres?
Tratar de reformar a un hombre es un trabajo ingrato y de dudoso éxito. Colgarlo es cuestión de segundos.
El mundo es fuerte, pero más fuerte es el hombre que lo gobierna; y es soberana el alma, que gobierna al hombre.
