Amor es el juego en el que un par de ciegos
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El agua apaga al fuego y al ardor los años. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.
El agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez mas tu
y ...

El ajedrez demanda concentración total y amor por el juego.

El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.

Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.

Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.

La felicidad se apoya en los pilares fundamentales: tomar la vida como un juego y prodigar amor a los demás.
El éxito que tuve en el match contra Capablanca se debe, ante todo, a mi superioridad psicológica. Capablanca jugaba confiando casi exclusivamente en su extraordinario talento intuitivo. En general,...

El juego es la única pasión que puede competir con el amor.

Siempre que lo que se disputa en el juego no es ni el amor ni el odio, las mujeres juegan torpemente.

Por otra parte, el amor no tiene resistencias. Todo lo que hacemos es porque queremos hacerlo. Se convierte en un placer; es como un juego y nos divertimos con él.
Por extraño que suene: podía probarse que los reatos históricos de los Evangelios son falsos en sentido histórico y con ello la fe no perdería nada; pero no porque se remita quizá a -verdades ra...

Walder Frey: El rey dice que me traicionó por amor. Yo digo que me traicionó por unos pechos firmes y un ajuste apretado... y yo lo respeto.

Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida.

...Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño... (Amor se llama el juego)

Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él.

La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca.

Un día le dijo el amor a la amistad. ¿Por qué existes tú si ya existo yo?

Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed.

No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.

No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente.

La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar.

Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.

Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.

El amor es la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios, el asombro de los incrédulos.

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor;si gritas, gritarás con amor;si corriges, corregirás con amor;si perdonas, perdonarás con amor.

El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.

El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti.

No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.

El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.

Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.

En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

Donde hay fe hay amor, donde hay amor hay paz, donde hay paz esta Dios y donde está dios no falta nada.

Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna.

La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.

Amar a distancia es una gran prueba de amor.

El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.

Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.