El mundo pertenece a los que se atreven. Encuentra docenas de el mundo pertenece a los que se atreven con fotos para copiar y compartir.
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.
En un mundo imperfecto, vivir es cambiar.
Cuando un poeta canta estamos en sus manos: él es el que sabe despertar en nosotros aquellas fuerzas secretas; sus palabras nos descubren un mundo maravilloso que antes no conocíamos.
¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?
Los desposeídos tienen un mundo que ganar.
Es propio del amor si es verdadero, compendiar en un ser el mundo entero.
El hombre más poderoso del mundo y el hombre más feliz del mundo, tienen nombres diferentes.
Juventud no es la del que tiene veinte años. Joven es aquel que se conmueve ante cualquier injusticia en el mundo.
Cuando un hombre sabe a donde va el mundo entero, se aparta para darle paso.
Sí: soy un soñador. Porque un soñador es aquel que solo encuentra su camino a la luz de la luna y cuyo castigo es ver el alba antes que el resto del mundo.
Has venido a este mundo que no entiende nada sin palabras, casi sin palabras.
Un hombre y una mujer verdaderamente enamorados es el único espectáculo de este mundo digno de ofrecer a los dioses.
Las fronteras de lo improbable ya han sido cruzadas simplemente por el hecho de que el mundo existe.
Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrim...
El mundo empezó sin el hombre, y acabará sin él.
Para gozar íntimamente y para amar se necesita soledad, más para salir airoso se precisa vivir en el mundo.
Por lo menos una vez al año todo el mundo es un genio.
El mundo no va a encontrar huelga por solo decir "paz".
Si en el mundo solo hubiera patatas y zanahorias, no faltaría alguien que dijese: ¡Lástima que las plantas crezcan al revés!.
He llegado a creer que el mundo es un enigma, pero un inocente enigma hecho terrible por nuestro loco intento de interpretar todo como si existiese una verdad subyacente.
La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad.
Vivir en cualquier parte del mundo hoy y estar contra la igualdad por motivo de raza o de color es como vivir en alaska y estar contra la nieve.
Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
El amor es la única cosa de este mundo que no quiere más comprador que a sí mismo.
El mundo es para los osados, no para los tímidos y callados.
Vivimos en el mundo, cuando lo amamos.
Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre, tener el infinito en la palma de la mano y la Eternidad en una hora.
Lo más incomprensible del mundo es que sea comprensible.
No debemos pretender comprender el mundo solo por el intelecto. El fallo de la inteligencia es solo una parte de la verdad.
Era, por supuesto, una mentira lo que leíste acerca de mis convicciones religiosas, una mentira que ha sido sistemáticamente repetida. No creo en un dios personal y nunca lo he negado [este descreim...
¿estamos en el mundo? ¿este río es el río o es una cinta de sueño que se va hacia la muerte?.
No alrededor de los inventores de estrépito nuevo, sino en torno de los inventores de valores nuevos gira el mundo, silenciosamente.
Le expliqué que el mundo es una sinfonía, pero que dios toca de oído.
Perdonamos a Los grandes del mundo porque han muerto; pero en vida son imperdonables.
Cuando me encuentro con alguna idea que no es de este mundo, siento como si se ensanchara este mundo.
Después de echar un vistazo a este planeta, un visitante de otro mundo diría: quiero ver al mánager.
A menudo se echa en cara a la juventud el creer que el mundo comienza con ella. Cierto, pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿qué es peor?.
El mundo nace en nosotros, como Descartes hizo reconocer, y dentro de nosotros adquiere su influencia habitual.