Frases cortas para el día de las madres ( 16 )
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En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.

Desconozco si Dios existe, pero sería mejor para su reputación que no existiera.

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque.

Lo que para algunos son remordimientos, para otros constituyen reminiscencias.

Bien están los buenos pensamientos, pero resultan tan livianos como burbuja de jabón, si no los sigue el esfuerzo para concretarlos en acción.

Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.

No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.

Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.

No te haces mayor cuando cambias de estatura, te haces mayor cuando crees que sirves para corresponder a tus responsabilidades.

No hay ningún viento favorable para el que no sabe a que puerto se dirige.

Para ser libres hay que ser esclavos de la ley.

Cuando mi marido se retrasa para la cena, se que o tiene una amante o está tirado, muerto en plena calle. Siempre espero que sea lo de la calle.

Dos talentos en un solo matrimonio son mucho talento para una sola casa.

Todo cuanto hemos entendido, reflexionado y comparado está dispuesto para servir a la razón.

Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.

Para conocer la dicha hay que tener el valor de tragársela. (A la dicha).

Leemos a los críticos como leemos el horóscopo: por curiosidad, no para tomarlos demasiado en cuenta.

No hay mayor peso para un ser humano que un gran potencial.

El perdón, una de las pocas cosas que puedo dar a otros, sin tenerla para mi mismo.

Para todo problema humano hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada.

Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión.

Viejo es Pedro para cabrero.

Somos esclavos de las leyes para poder ser libres.

Ser pobre y parecerlo es el método más seguro para nunca levantar cabeza.

Un hombre libre es aquel que, teniendo fuerza y talento para hacer una cosa, no encuentra trabas a su voluntad.

El hombre no ha sabido organizar un mundo para sí mismo y es un extraño en el mundo que él mismo ha creado.

Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.

Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo.

Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.

Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.

Cuando Dios te da un don, también te da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse.

Para ser feliz hace falta, sobre todo, estar conforme con uno mismo.

Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.

Todo el mundo debería tener el suficiente dinero de mierda para poder mandar a la mierda a todo el mundo.

Exigir a los progenitores, para respetarlos, que estén libres de defecto y que sean la perfección de la humanidad es soberbia e injusticia.

¡Oh legislador! No me des leyes para los pueblos, sino pueblos para las leyes.

Todo el mundo ansia alguna vez aquello que no está asignado para él.

Si quiere trabajadores creativos, dales tiempo suficiente para jugar.

Lo que heredaste de tus padres, conquístalo para poseerlo.

Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho.