Frases cuando extrañas a una persona ( 41 )
Frases cuando extrañas a una persona. Encuentra docenas de frases cuando extrañas a una persona con fotos para copiar y compartir.

Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros.

Cuando hayamos aprendido debemos enseñarlo a quien nada sabe todavía; de este modo pagamos una deuda sacrosanta.

Aunque el tiempo desgaste muchas cosas, te sigue faltando algo cuando acaba un amor.

La presencia y la conversación de una persona amada tiene un deleite que parece ser vivo.

Pero incluso cuando llora hace reír.
El maestro aprende de sus alumnos, el auditorio estímula al actor, el paciente cura a su psicoanalista, siempre y cuando no se traten como objetos,sino que estén relacionados entre sí en forma genu...

Los jóvenes solo pueden entenderse entre ellos. Es muy difícil que una persona mayor escuche y comprenda a un joven.

No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.

Cuando la voz de un enemigo acusa, el silencio de un amigo condena.

El que sabe mantener un porte digno aun cuando se halla entre sus amigos, conseguirá que sus más íntimos amigos sientan un gran respeto hacia él.

Nunca te irrites con nadie cuando te diga la verdad.

Cuando el villano está en el mulo, no conoce a dios ni al mundo.

Agradar cuando se recaudan impuestos y ser sabio cuando se ama son virtudes que no han sido concedidas a los hombres.

¿Cuándo serán nuestras consciencias lo suficientemente sensibles como para impedir la miseria humana antes de que nos avenga?.

Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable.

¡qué presto se consolaron, los vivos de quien murió¡, y más cuando el tal difunto, mucha hacienda les dejó.

Cuando dos elefantes luchan es la hierba la que sufre.

Un héroe no tiene que vencer. Un héroe no tiene que ser grandioso. Un héroe puede ser una persona normal capaz de sobrepasar eventos extraordinarios con gracia y dignidad.

Tu rosa mi rosa, escribirá llameantes taumaturgias, cuando el cielo llueva luceros de miel y titilen luciérnagas de harina.

Cuando el sol sale, para todos sale.

El orgullo se resarce siempre y no pierde nada, incluso cuando renuncia a la vanidad.

La persona que no comete una tontería nunca hará nada interesante.

Los matemáticos son un poco como los franceses: cuando se les dice algo, lo traducen a su lengua y al punto pasa a ser otra cosa.

Cuando salta la liebre no hay galgo cojo.

Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón sino conseguir la victoria.

Cuando las mujeres hablan, el mundo calla.

Es fácil compartir la papa cuando hay amor.

Las personas de una nación están esclavizas cuando ellas sirven al gobierno en lugar de ser el gobienrno quién les sirve a ellas.

Tirarle el hueso al perro no es caridad. Caridad es compartir el hueso con el perro cuando se está tan hambriento como él.

Cuando el río suena, agua lleva.

Que ausencia cruel, de pan y miel cuando te fuiste.

El tiempo no es un gran curador. Es indiferente y superficial. A veces no cura del todo. Y otras veces, cuando parece que sí, la cura no era necesaria.
No sé soy creyente; cuando le preguntaban eso mismo a mi padre, él repondía, en broma, que era dudante. En lo que hace a mí mismo, no soy religioso. Tengo por ahí algún sarampión místico que r...

En la guerra, como en política, cualquier mal, aunque no infrinja las normas, solo es excusable cuando es absolutamente necesario: todo lo que está más allá es crimen.

Cuando uno tiene motivos de quejarse de un amigo, conviene separarse de él gradualmente, y desatar, más bien que romper los lazos de la amistad.

La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.

La mentira es justa cuando, por hacer bien, la verdad se oculta.

Cuando los sabios se enamoran parecen tontos; cuando se enamoran los tontos, parecen tan tontos como antes.

Dios, cuando hizo el tiempo, lo hizo de sobra.

Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en Corrientes y Esmeralda, una heminente intelectual exclamó: ¡qué lástima, pensar que era un escritor tan serio!.