Frases de miscelanea. Encuentra docenas de frases de miscelanea con fotos para copiar y compartir.
Propio es de todo hombre imbécil hacerse el astuto.
Que no sea de otro quien puede ser dueño de sí mismo.
En toda negociación, el hombre honrado está destinado a llevar la peor parte, mientras que la picardía y la mala fe se apuntan finalmente los tantos.
Abstemio: Persona débil que cae en la tentación de negarse a sí misma un placer.
Viejo es Pedro para cabrero.
El primer castigo del culpable es que su conciencia lo juzga y no lo absuelve nunca.
El cerebro es mi segundo órgano en importancia.
Aunque pudiera hacerme temible, preferiría hacerme amable.
Seamos discretos. No peguntemos a la gente si vive.
El manantial desaprueba casi siempre el itinerario del río.
Cuando trates con una mujer no olvides el látigo.
No te damos una sierva, sino una compañera.
La única técnica que merece la pena dominar es la que uno mismo inventa.
Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de ésta su esposa.
Si cada uno limpia su vereda, la calle estará limpia.
Todo acto forzoso se vuelve desagradable.
Las tres cosas más difíciles de esta vida son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.
Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.
Inscribe los agravios en el polvo, las palabras de bien inscríbelas en el mármol.
Perón es el único soldado que ha quemado su bandera y el único católico que ha quemado sus iglesias.
Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.
Después de lo malo, viene lo bueno.
Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera.
No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad.
Ni bebas agua que no veas, ni firmes cartas que no leas.
Solo quien sabe cuidar lo ajeno puede poseer lo propio.
No hay cristales de más aumento que los propios ojos del hombre cuando miran su propia persona.
La rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido.
Todo el mundo admite que las historias obscenas que uno mismo escribe, distan de tener un efecto tan peligroso como las escritas por otros.
¿No es extraño? Los mismos que se ríen de los adivinos se toman en serio a los economistas.
Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Quien canta, sus males espanta.
Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
Nunca en el campo de los conflictos humanos, tantos le debieron tanto, a tan pocos.
Los hombres intentan purificarse manchándose de sangre. Es como si, después de haberse manchado con barro, quisieran limpiarse con barro.
Ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio
Sería absurdo que nosotros, que somos finitos, tratásemos de determinar las cosas infinitas.
Cuanto más altos estamos, más debemos bajarnos hacia nuestros inferiores.
Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos.