Frases para mandar al diablo a alguien
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El valor del dinero es que con él podemos mandar a cualquiera al diablo. Es el sexto sentido que te permite disfrutar de los otros cinco.
Cuando dios quiere enloquecer a alguien, satisface todos sus deseos.
Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.
Hace unos meses, tuve el placer de la visita real a la Mansión Playboy. Vi a los pavos reales, uvas alimentados a los monos, e incluso hicieron frente a la gruta legendaria. Después de ver la finca,...
¿Por qué querer mucho a alguien tiene que ser lo mismo que herirlo profundamente? Porque, si eso resulta ser así, ¿qué sentido tendría amar profundamente a alguien? ¿Por qué diablos tiene que ...
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
Tratar de olvidar a alguien es querer recordarlo para siempre.
La mujer actual tiene una obsesion por ser igual que el hombre, y no se por que, si el hombre es un pobre diablo desorientado.
Un banquero es alguien que os presta un paraguas cuando el sol brilla y os lo reclama al caer la primera gota de agua.
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
Ninguno debe obedecer a los que no tienen derecho a mandar.
La mujer es un manjar digno de los dioses, cuando no lo guisa el diablo.
Al que toma y no da, el diablo se lo llevará.
En arca de avariento, el diablo yace dentro.
El diablo mira con envidia a quien sufre mucho y lo expulsa al cielo.
Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.
Cuando dios se hizo hombre, ya el diablo se había hecho mujer.
Parece significativo que en griego el diablo se llame propiamente "calumniador": diabolos.
El diablo se viste algunas veces de serias razones para odiar.
Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar.
Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona.
Todo el mundo debería tener el suficiente dinero de mierda para poder mandar a la mierda a todo el mundo.
Si alguien se vuelve para mirar tu traje, es que no vas bien vestido.
El mas tacaño de los hombres hace una excepción al tratarse de ayudar a alguien con palabras.
Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.
Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.
La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Yo soy bueno, pero no un ángel. Hago el pecado, pero yo no soy el diablo. Yo soy solo una niña pequeña en un mundo grande tratando de encontrar alguien a quien amar.
Es un principio indiscutible que para saber mandar bien, es preciso saber obedecer.
Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.
Qué triste es escuchar a alguien que no se escucha a sí mismo.
La mejor manera de crecer es cayéndose y la forma más útil de ayudar a alguien es únicamente acompañándolo mientras se levanta.
Si te propones algún día mandar con dignidad, debes servir con diligencia.
La mujer, solo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.
Las botas del diablo no hacen ruido.
El que no agradece, al diablo se parece.
Un ángel para prestar y un diablo para cobrar.
Cuando el diablo habla, licencia tiene de dios.
Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno.
El cristianismo podría ser bueno, si alguien intentara practicarlo.
