Frases para mandar al diablo a alguien. Encuentra docenas de frases para mandar al diablo a alguien con fotos para copiar y compartir.
El sarcasmo es el lenguaje del diablo.
Es muy difícil someter a la obediencia a aquel que no busca mandar.
Odio al cinismo más que al diablo, a menos que ambos sean la misma cosa.
No quiero estar casada con alguien que se siente inferior a mi éxito o porque gano más dinero que él.
La muerte es una vieja historia y, sin embargo, siempre resulta nueva para alguien.
Nada sabéis si solo sabéis mandar, reprender y corregir
Con la palabra diablo se consiguió crear un enemigo poderosísimo y temible de tal manera que era razonable sufrir por tal enemigo.
Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más ...
Así hasta esto tuvo en su favor Argesilao: entrar a mandar sabiendo obedecer.
-Que no lo oiga el diablo, señor ministro, El Diablo tiene tan buen oído que no necesita que se le digan las cosas en voz alta, Entonces que dios nos valga, No vale la pena, ése es sordo de nacimie...
Y como siempre pasa tarde o temprano a quienes negocian con el diablo, descubren demasiado tarde que lo que han perdido en el trato es su propia alma.
Si hubiera que excluir de los puestos de confianza y mando a quienes no pasaban de 44 años, Jefferson no habría podido escribir la Declaración de Independencia, ni Washington mandar el ejército, n...
Cuando un marido y una mujer se comprenden, solo el diablo sabe quién comprende a quién.
Dios creó el alimento, el diablo los cocineros.
El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.
Mis recuerdos son como las monedas en la bolsa del diablo: cuando uno la abre, solo encuentra hojas secas
El diablo se encuentra empollando en el pecho del avaro.
Nuestra dificultad para creer —a cambio de una palabra mejor—, en la inspiración política del Diablo.
Todos llevamos al cuello el yugo de la monotonía, todos esperamos algo, el diablo sabrá qué... Sí, todos esperamos. Más confusamente unos que otros, pero la expectativa es de todos. El común de ...
Cuando ves a alguien que vale, debes pagar sin vacilar y darle una oportunidad
El diablo es rubio y en sus azules ojos dos estrellitas encendió el amor, con su corbata y sus calzones rojos, el diablo me parece encantador
Nadie sabrá mandar si no aprende a obedecer antes; ni será buen jefe si no sabe servirse a sí mismo. El buen jefe ha de poder realizar un trabajo mejor que el de los subordinados
Abominas el nombre del diablo, y en oyéndole te santiguas, y eres tú mismo aquel diablo que aborreces.
Qué fácil es trascender con fama de original, pero se sabe que entre los ciegos el tuerto suele mandar
Si escribo algo, temo que suceda, si amo demasiado a alguien temo perderlo; sin embargo no puedo dejar de escribir ni de amar
El diablo es simplemente la ociosidad de Dios cada siete días.
Un idealista es alguien que, notando que las rosas huelen mejor que las coles, concluye que también harían mejor sopa
Mañana es el mote del diablo, el favorito refugio de la inepcia y la pereza, la sima que se traga los proyectos esbozados y las resoluciones demoradas
Yo no sé si soy un estadista. Lo que es cierto es que, de la política, lo que me interesa es mandar.
Es complicado ser el más sexy de la NBA, pero alguien ha de serlo.
En vano me esfuerzo por creer que algo tan obvio como dibujar figuras que se complementan mutuamente no se le hubiera ocurrido a alguien antes
La mejor manera de alegrarte es intentar alegrar a alguien
Sólo la obediencia da derecho a mandar
La pacateria es una enfermedad muy contagiosa. Y, si no aparece alguien, te hace perder mucho tiempo en la vida ¿Y sabes que pasa? La vida, absolutamente, es tiempo. Nada mas.
No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y ...
Pero si para divertirte necesitas el permiso de los demás, entonces eres verdaderamente un pobre diablo
Si alguna fidelidad le ha tenido Fidel Castro a alguien, es a Fidel Castro.
Ruego al Diablo y a su más alto dignatario acojan esta suerte de blasfemia como se acoge un mal, una epidemia, que acaba con esclavo y propietario.
Pero desde que la novia del demonio, la Razón, esa bella prostituta, interviene y se cree que es sabia, y que lo que dice, lo que piensa, viene del Espíritu Santo, ¿quién puede ayudarnos, entonces...
Un buen consejo lo aceptaría aunque viniera del diablo.