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Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá sea ésta la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen.
Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
Las personas más insoportables son los hombres que se creen geniales y las mujeres que se creen irresistibles.
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.
Solo hay dos clases de personas coherentes: los que gozan de dios porque creen en él y los que sufren porque no le poseen.
Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario de lo que dicen.
La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.
Las personas más espirituales, suponiendo que tengan el máximo coraje, son también las que viven las tragedias más dolorosas: pero esas personas honran la vida justo porque ésta les opone su má...
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
Muchas personas creen que cuando han superado un error ya no necesitan volver a enmendarlo.
Las personas no están jamás tan cerca de la estupidez como cuando se creen sabias.
No hay nada que delate mejor la verdadera índole de las personas que su actitud hacia el dinero.
Solo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
Hay personas divertidas que no interesan y personas interesantes que no divierten.
Las personas melancólicas gozan lamentándose los secretos del corazón.
Las personas reales están repletas de seres imaginarios.
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: el derecho a instruirlas.
En algunos momentos las personas son incapaces de entender la felicidad.
El mejor predicador es el tiempo, que nos hace llegar a tener aquellos mismos pensamientos que las personas de más edad trataron ante en vano de meternos en la cabeza.
Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.
Todo les sale bien a las personas de cáracter dulce y alegre.
Cuando dos personas que se quieren, chocan, no se mezclan, se rompen.
Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros.
Las personas felices no tienen historia.
Matrimonio: Estado o condición de una comunidad que se compone de un señor, una concubina y dos esclavos, todo en solo dos personas.
Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.
Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta.
El aburrimiento es la enfermedad de las personas felices.
La mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás.
La mayoría de las personas adquiere la conciencia donde se acaban sus privilegios.
Así como no existen personas pequeñas ni vidas sin importancia, tampoco existe trabajo insignificante.
Las personas que comparten y expresan sus sentimientos se adaptan mejor a los cambios.
Hay personas a las que les gustan tanto mis consejos que los enmarcan en la pared en lugar de aplicárselos.
No vemos a los ángeles; pero en las avenidas oscuras de la angustia, se acercan y nos llaman, ¡Se parecen a ellos las personas queridas y no son sino ángeles los seres que nos aman!
Lo que todas las personas tenemos en común no es el espíritu, sino el destino.
Las cosas y las personas, no son nunca grandes o pequeñas de un modo absoluto y por si mismas, sino que son grandes o pequeñas en relación con otras.
Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.
Hacer el amor implica una conexión con el amor que no se da todo el tiempo, ni siquiera entre dos personas que se aman.