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La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido.
De lo que tengo miedo es de tu miedo.
No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
¡fragilidad, tienes nombre de mujer!.
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales,...
El que desprecia demasiado, se hace digno de su propio desprecio.
Indudablemente la época más feliz del matrimonio es la luna de miel; lo malo es que para repetirla, han de suceder cosas muy desagradables.
Nada existe más dulce que la miel. Excepto el dinero.
Cuando me dices: Soy tuya, tu voz es miel y es aroma, es igual que una paloma torcaz que a su macho arrulla.
Aunque la dulzura halaga, la mucha miel empalaga.
Tu rosa mi rosa, escribirá llameantes taumaturgias, cuando el cielo llueva luceros de miel y titilen luciérnagas de harina.
Que ausencia cruel, de pan y miel cuando te fuiste.
Te quiero porque me haces feliz, porque forjas primaveras de agua y miel, porque existes en todos mis rincones ¡y porque no sé hacer otra cosa que querer!.
La miel de las heridas embalsama el amor.
La vida no es miel sobre hojuelas, pero tiene miel y tiene hojuelas.
Turbada transparencia me dejaste. Porque tu blanca miel labró mis huesos y en limo y hojarasca me encerraste.
Froto mi corazón para traerte entero hacia mí, así tal como sos, como te amo, con todas tus queridas palabras tus rabias, tus silencios inquietantes, la dulzura que descubrí como inagotable panal ...
Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo.
Una de mis grandes ideas había sido la unión, la concentración de los mismos pueblos geográficos que se disuelven y dividen. Me hubiera gustado hacer de estos pueblos un solo y mismo cuerpo nacion...
Cuando la soledad se me volvió un rito sin sentido, y el mar y el universo me negaron su sal y sus estrellas, desembarqué en este pequeño recodo donde abril come astros a falta de miel y primaveras...
El amor es fecundísimo en miel y hiel.
No fue más que un poco de miel pero calentó mi cuerpo y en mi alma brilla aún como un gran sol.
La confidencia descubre quién era o no digno de ella.
Quien no es envidiado, no es digno de serlo.
Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio.
Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.
Vales demasiado para dejar que los perros te coman mientras los buitres tienen algo mas suculento que saborear.
Tal vez suceda que una vez cada siglo la alabanza eche a perder a un hombre o lo haga insufrible. Pero es seguro que una vez cada minuto algo digno y generoso muere por falta de elogio.
Solo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día.
El que obtiene el éxito sin sacrificios, no es digno de disfrutarlo.
Nadie es realmente digno de envidia.
No se hizo la miel para la boca del asno.
Haceos miel, y os comerán las moscas.
En 100 años la gente hablara de nosotros, se escribirán cuentos, harán películas, y habrá un Shakespeare moderno que nos inmortalizara
Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos.
Si todos los que admiran a Shakespeare lo leyeran, ¡pobre Shakespeare! Acaso no fuese tan admirado, porque nada gana un poeta con ser leído, como nada gana un campo de flores con ser pisoteado.