Palabras a una mujer admirable ( 19 )
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El hombre soporta el dolor como un castigo inmerecido, la mujer lo acepta como una herencia natural.

Un filósofo es un hombre que por falta de una mujer abraza a todo el mundo.
Hasta que el día menos pensado, la mujer que nos electriza intensifica tanto sus descargas sexuales, que termina por electrocutarnos en un espasmo, lleno de interrupciones y de cortocircuitos.

Las palabras de un poeta son ya actos.

Todo el mundo ama y admira a la mujer coqueta, la única excepción es su marido

Todas las palabras fueron alguna vez un neologismo.

El oro se prueba por medio del fuego, la mujer por el oro, y el hombre por la mujer.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños

Poco a poco empiezas a comprender, que no eres la mitad de la mujer que fuiste ayer

No hay palabras para expresar lo maravillosa que eres, eres maravillosa para mí.

Una coqueta es una mujer que despierta pasiones que no tiene el propósito de gratificar.

Lo primero que miro en otra mujer es su marido.

Una pobre mujer consagrada al culto de sus defectos

El valor es como la desnudez de la mujer; para que cause atractivo es preciso que no se muestre, sino de cuando en cuando. Si sale a la luz a cada rato, pierde su mérito
Yo no persuadía a la gente con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadí a la gente con hechos y con ejemplos. Yo les decía: Hay que trabajar. Pero yo le metía desde las cinco de l...

Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.

El amor del hombre es en su vida una cosa aparte, mientras que en la mujer es su completa existencia.
Frecuentemente me piden que sea mentor de alguien. Una de las cosas en común que he notado es cuán pocas de esas solicitudes vienen con una de las palabras más importantes en los negocios. Y esa pa...

Dos cosas quiere el hombre auténtico: peligro y juego. Por ello quiere a la mujer: el más peligroso de los juegos.

Es la resistencia habitual de los seres femeninos, porque es propio de la naturaleza de la mujer entregarse bajo la forma de resistencia.

Oso testigo de que he vivido como un filósofo, y muerto como un cristiano. Sus ultimas palabras según el Príncipe de Ligne.

El conocimiento humano se basa en dos palabras: Confiar y esperar.

Es tan absurdo pretender que un hombre no puede amar siempre a la misma mujer, como pretender que un buen violinista no puede tocar siempre el mismo instrumento

No pienses con palabras, es mejor que procures ver la imagen

Veinte años de aventuras dan a una mujer el aspecto de una ruina; pero veinte años de matrimonio hacen que parezca algo así como un edificio público.

El individuo que ha realizado un bien insignificante, pero lo magnifica con palabras, vale muy poco.

Nihilista y cristiano: estas palabras riman, y no solo riman...
Acuérdate que debes comportarte en la vida como en un banquete. Si se pone algún plato delante de ti, puedes meter la mano y tomar honestamente tu parte; si solo pasa por delante de ti, guárdate bi...

El que pide la mano de una mujer, lo que realmente desea es el resto del cuerpo

La atención de la mujer casada debe centrarse en el marido y en los hijos. Como la del marido debe centrarse en su mujer y en sus hijos.

Las palabras son solo piedras puestas atravesando la corriente de un río. Si están allí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa.
Ninguna teoría de la transformación político-social del mundo consigue siquiera conmoverme si no parte de una comprensión del hombre y de la mujer en cuanto seres hacedores de Historia y hechos po...
El profesor que realmente enseña, es decir, que trabaja los contenidos en el marco del rigor del pensar acertado, niega, por falsa, la fórmula farisaica, del haga lo que mando y no lo que hago. Quie...

La mujer está más maltratada por la civilización que por la naturaleza.

(...) Fue solo un instante, pero estas palabras me trastornaron. Porque brillaron muy fuerte y me deslumbraron. Acabaron colmando mi corazón.
Embellece tu vida con pensamientos y con palabras. Trata tú mismo de descubrir cuáles han de ser los pensamientos que te embellezcan la vista y que, al convertirse en palabras, ofrezcan esta belleza...

Estoy con esa mujer porque me recuerda a usted. Sus ojos me recuerdan a los suyos..., su boca..., su pelo. Todo me recuerda a usted, excepto usted.

Espero que hayáis aprendido la lección y que a partir de ahora cambiéis. Por mucho que os intentéis justificar mediante palabras y engaños, al final la justicia no perdona.

Como mujer, no tengo país. Como mujer, mi país es el mundo entero.

Ningún libro es sagrado, lo puedo asegurar, igual que el periódico, son solo palabras impresas en papel, y tampoco en ellas hay nada sagrado.