Frases-de-reconocimiento ( 12 )
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Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.
El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo y la inquietud en el alma.
Si nunca has tenido un gran éxito, no sabes lo que vales; el éxito es la piedra de toque de los caracteres.
Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo.
Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas.
Un problema deja de serlo si no tiene solución.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.
Distraerse significa casi siempre cambiar de aburrimiento.
Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece.
Mientras hay vida, hay esperanza.
El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día.
La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.
Un aumento de sueldo es como un martini: sube el ánimo, pero solo por un rato.
El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año.
El temor y la esperanza nacen juntos y juntos mueren.
Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año.
La sabiduría viene de escuchar; de hablar, el arrepentimiento
Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener.
El silencio es el único amigo que jamás traiciona.
La burocracia es una máquina gigantesca manejada por pigmeos.
En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real, y un poco de viento pude abrirla.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
Odiar a alguien es otorgarle demasiada importancia.
Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar.
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
La libertad está en ser dueños de la propia vida.
Los pecados escriben la historia, el bien es silencioso.
Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, m...
El que es bueno en la família es también un buen ciudadano.
Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.
El buen lector hace el buen libro.
A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
El trabajo que nunca se empieza es el que tarda más en finalizarse.
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
El castigo más justo es aquel que uno mismo se impone.
Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.
Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras.
