Frases-para-un-hombre-mentiroso ( 2 )
Frases-para-un-hombre-mentiroso. Encuentra docenas de frases-para-un-hombre-mentiroso con fotos para copiar y compartir.
El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor diciendo que es un guerrero nato y que su vida desde el principio al fin no es sino una batalla.
...:el hombre de partido se convierte por necesidad en un mentiroso.
Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre.
Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra.
Las envidiosas atribuyen a la suerte lo que con duro trabajo has conseguido. No existe algo más pésimo que ser tocada por frases para envidiosas.
Las frases para envidiosas ayudan a las personas que la sienten.
Si hubiese una sola persona inmortal, sería asecinada por las envidiosas. Para las personas que sufren con este problema pueden leer las frases para envidiosas.
A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
La vida está para adelante nunca para atraz,si andas por la vida dejando puertas abiertas no podras desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
La mayor declaracion de amor
es la q no se hace
el hombre q siente mucho
habla poco.
¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no.
El hombre inteligente no orina contra el viento.
Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.
Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.
El mayor de todos los misterios es el hombre.
El hombre tiene miedo a la pérdida del poder, le asustan las mujeres que saben lo que quieren y están seguras de si mismas.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros.
El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.
El que confía sus secretos a otro hombre se hace esclavo él.
Y el hombre, en su orgullo, creó a dios a su imagen y semejanza.
Cuando las estrellas bajan, ¡qué triste es bajar los ojos para verlas!.
Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.
También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca.
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.
Cuando un hombre sabe a donde va el mundo entero, se aparta para darle paso.
El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre.
El hombre malo puede decantarse a veces hacia el lado de la razón; pero le resulta casi imposible no hacer cuanto conviene para inclinarse a la maldad.
Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un guerrero.
El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.
El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, solo uno para cada uno.
El hombre dotado de inteligencia puede con el don de saber que posee, conseguir la capacidad necesaria para toda la técnica y destreza artística.
Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un hombre.
El hombre no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo.
Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
El hombre no ha sabido organizar un mundo para sí mismo y es un extraño en el mundo que él mismo ha creado.
No es suficiente que un hombre tenga el deseo de matar para que la muerte se transforme en un valor.
Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Algunas veces pienso en lo que los historiadores del futuro dirán de nosotros. Una sola frase será suficiente para definir al hombre moderno: fornicaba y leía periódicos.
