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El hombre que vive en la obscuridad es el que no se conoce a si mismo.
Para ver la luz que Dios te dio buscala dentro de ti y al encontrarla seras capaz de dar luz al universo..
El hombre está condenado a ser libre.
¡cuántas cosas hay en una risotada! es la clave secreta con que se descifra un hombre entero.
El imitar es connatural al hombre.
Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.
Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa.
La fortuna se cansa de llevar siempre a un mismo hombre sobre las espaldas.
El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
Asombro: lo más elevado a que puede llegar el hombre.
El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.
Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.
A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas.
No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de si mismo es una lágrima.
Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin iulsiones. Y muere lo mismo, sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones.
El arte es el hombre agregado a la naturaleza.
Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
Ningún hombre necesita poco.
Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas.
No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.
Cuando un hombre encuentra a su pareja, comienza la sociedad.
Cuanto más posee el hombre, menos se posee a sí mismo.
El epitafio es la última tarjeta de visita que se hace el hombre.
Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
El gesto de amargura del hombre es, con frecuencia, solo el petrificado azoramiento de un niño.
Los modales corteses hacen que el hombre aparezca exteriormente tal como debería ser en su interior.
El pecado ofende a Dios lo que perjudica al hombre.
El hombre que no se contenta con poco, no se contenta con nada.
Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.
Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.
En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.
No puede el hombre sentirse a gusto sin su propia aprobación.
Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
Se puede ser un buen hombre y hacer malos versos.
En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes.