Frases de orgullo propio
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Yo tengo mucho cuidado con los pensamientos de orgullo propio porque conozco a tantos idiotas que se creen los reyes del corso que quien me asegura a mi que no soy uno mas de ellos.
Al orgullo no le gusta deber, y al amor propio no le gusta pagar.
Hay gente que siente amor solamente para su propio orgullo.
La envidia pasó de ser un defecto ajeno a ser un escudo del orgullo propio.
Envía, Señor, el niño y el hombre pueril juntos, y rubor para el orgullo que libelos nuestro propio estado feliz de edad, y le da su título a una imagen fea y distorsionada.
Cuando yo severos mis conexiones con el A.I.A. Lo hago con mi amor propio, como una cuestión de orgullo y estoy seguro dentro de su conocimiento de mi carácter.
Siempre me prometí a mí mismo que si alguna vez tengo la oportunidad de hacer un 'tipo Flashdance' de la película, me gustaría hacer mi propio baile. Puedo decir con orgullo que todos los movimien...
Manchester tiene su propio orgullo y Londres tiene que es una especie de orgullo y, a veces puede ser un poco significa el uno al otro, pero creo que si cavamos la música podemos conseguir realmente ...
Orgullo de un hombre se confunde con dignidad, en una mujer, con el amor propio.
Sabemos que estos hombres son profesionales cuyos servicios son para la oferta y cuyas bolsas están llenas, pero los llamamos nuestro propio personal y tomamos orgullo, incluso cívica de sus logros.
Puede que te lleve años, pero al fin descubrirás que el mayor estorbo a la bendición de Dios en tu vida no son los demás, sino tú mismo: tu propia voluntad, tu orgullo obstinado y tu ambición pe...
El amor siempre es así, nos une a nuestros semejantes. Duele el corazón, duelen los ojos, el orgullo y la vanidad resultan heridos y la propia personalidad parece abatirse por completo.
El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento.
El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablar nunca de ellos.
Y el hombre, en su orgullo, creó a dios a su imagen y semejanza.
El orgullo divide los hombres, la humildad los une.
Hay libros que son para el público y libros que hacen su propio público.
Los celos son una mezcla explosiva de amor, odio, avaricia y orgullo.
Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho, pero deberíamos estarlo mucho más de lo que no hemos hecho. Ese orgullo está por inventar.
Si no tuviéramos orgullo no nos quejaríamos del de los demás.
El orgullo interviene más aún que la bondad en nuestras represiones a quienes han cometido algún yerro, y les reprendemos más que para corregirles, para convencerles de que estamos exentos de él.
El orgullo es una forma de egoísmo.
Pido pues a mi orgullo que siempre vaya del brazo con mi cordura. Y cuando me abandone mi cordura, pues le gusta alzar el vuelo, que mi orgullo vuele siquiera del brazo con mi locura.
En la mujer, el orgullo es a menudo el móvil del amor.
El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos.
Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo.
Hay un orgullo, un amor propio, en las mentes humanas que rara vez se mantiene tan baja como para hacer que los hombres y mujeres humildes de lo que deberían ser.
Mi momento de mayor orgullo fue probablemente cuando mi hijo mayor terminó la facultad de derecho y pasó a convertirse en un agente del FBI. Fue más allá de mi imaginación que - con mis anteceden...
La amargura y el orgullo son hermanos gemelos; El mal humor y la irritabilidad son sus inseparables acompañantes.
A través del orgullo nos engañamos a nosotros mismos.
La juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo.
A gran orgullo, alma pequeña.
Es necesario conocer la diferencia entre el orgullo y dignidad, el orgullo se lleva con la honestidad interna y externa, la dignidad es un valor de respeto hacia uno mismo.
Entre todos los vestidos que yo he visto poner al orgullo, el que más me subleva es el de la humildad.
El orgullo y la pobreza están hechos de una pieza.
El orgullo es el primero de los tiranos, pero también el primero de los consuelos.
He aquí la prueba de que todo en ti es orgullo. Ahora que has reconquistado el permiso de telefonearle y escribirle, no solo no lo haces, sino que siquiera sientes la necesidad ardiente de hacerlo.
El orgullo se resarce siempre y no pierde nada, incluso cuando renuncia a la vanidad.
El orgullo humano sabe inventar los nombres más serios para ocultar su propia ignorancia.
Los países fascistas siempre exhiben un gran orgullo por su bandera. Las banderas me ponen incómodo.
