Frases para cuando alguien te ignora ( 23 )

Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente.

Cuando se exagera un sentimiento, desaparece la capacidad de razonar.

Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro.

Cuando el delito se multiplica, nadie quiere verlo.

Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.

Después de saber cuándo debemos aprovechar una oportunidad, lo más importante es saber cuándo debemos renunciar a una ventaja.

No le temo a la muerte, solo que no me gustaría estar allí cuando suceda.

Cuando los padres han construido todo, a los hijos solo les queda el derrumbarlo.

Cuando un amigo nos pide algo, la palabra "mañana" no existe.

¿Quién decide cuando los médicos no están de acuerdo?

Cuando necesito leer un libro, lo escribo.

Una historia no es solo verdad cuando se narra cómo ha sucedido, sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer.

No decir más de lo que haga falta, a quien haga falta y cuando haga falta.

Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.

La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.

Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona.

Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.

Las discusiones metafísicas se parecen a los globos llenos de aire; cuando revientan las vejigas, se observa cómo sale el aire y no queda nada.

Cuando uno que pierde la esperanza se vuelve reaccionario.

Cuando tres marchan juntos, tiene que haber uno que mande.

Cuando una medicina no hace daño deberíamos alegrarnos y no exigir además que sirva para algo.

Las medidas templadas, que equivalen a remedios prudentes, son hartamente nocivas cuando el mal es violento.

Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos.

El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.

Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras.

Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente.

Nos interesan los demás cuando se interesan por nosotros.

La mujer es como los autos, a la vejez es cuando más se pintan.

El hombre no se da cuenta de cuánto puede hacer, más que cuando realiza intentos, medita y desea.

A solas soy alguien. En la calle nadie.

El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin.

Me gusta extraviarme a mí mismo a través de otras mentes. Cuando no estoy pensando, estoy leyendo. Soy incapaz de sentarme y ponerme a pensar. Los libros piensan por mí.

Los libros solo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.

Muchos hablan sinceramente cuando dicen que desprecian las riquezas, pero se refieren a las riquezas que poseen los demás.

Cuando pienso que un hombre juzga a otro, siento un gran estremecimiento.

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse tendrá que pasar al ataque.

Recesión es cuando tu vecino se queda sin empleo; depresión es cuando lo pierdes tú.

Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.

Cuando un médico va detrás del féretro de su paciente, a veces la causa sigue al efecto.