Frases para un hombre cobarde. Encuentra docenas de frases para un hombre cobarde con fotos para copiar y compartir.
No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe.
Un conservador es un hombre demasiado cobarde para luchar y demasiado gordo para huir.
Muchas veces, una cena ligera, un sueño tranquilo y una mañana serena envalentonaron hasta el heroísmo a un hombre que, con un estómago pesado, pocas horas de sueño y una mañana lluviosa, habrí...
No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe.
Qué hombre tan osado y tan cobarde al mismo tiempo el que contra uno solo, desarmado y desnudo, ha levantado tanta gente
Ningún hombre nacido de mujer, valiente o cobarde, puede escaparse de su destino.
Todo hombre mata aquello que ama. Unos lo hacen con una mirada cruel; otros con una palabra halagadora. El cobarde lo hace con un beso; el valiente, con un cuchillo.
Sé que vienes a matarme. Dispara cobarde. Solo vas a matar a un hombre.
Un hombre aislado puede ser valiente. La multitud es cobarde, quizá por economía
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
Es una reflexión penosa para un hombre considerar lo que ha hecho, comparado con lo que debió hacer.
Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Lo peor que puede pasarle aun hombre es llegar a pensar mal de sí mismo.
En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un hombre valioso: lo demás llegará naturalmente.
Sí, lo soy. Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación
Sólo Dios sabrá; él que es culpable de estas infamias: Él, con mayúscula, con la mayúscula que se suele usar para el ser más monstruoso y cobarde, que mata y atropella por mano ajena, por la ma...
A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
El problema, cuando se busca a la mujer perfecta, es que ella probablememte está buscando al hombre perfecto.
Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.
El mayor de todos los misterios es el hombre.
¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.
El hombre tiene miedo a la pérdida del poder, le asustan las mujeres que saben lo que quieren y están seguras de si mismas.
El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.
Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.
El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.
La no violencia es la fuerza más poderosa que hay a disposición de la humanidad. Es aún más poderosa que el arma más compleja de destrucción ideada por la ingenua capacidad del hombre.
Un hombre tiene que escoger. En esto reside su fuerza: en el poder de sus decisiones.
Me parece que me matan un hijo cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar.
Lo que las ideologías dividen al hombre. . . El amor con sus hilos los une en su nombre.
El que confía sus secretos a otro hombre se hace esclavo él.
Y el hombre, en su orgullo, creó a dios a su imagen y semejanza.
Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.
Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña.
Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.
La mujer actual tiene una obsesion por ser igual que el hombre, y no se por que, si el hombre es un pobre diablo desorientado.
También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca.
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.