Frases para un hombre que no valora a una mujer ( 35 )
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No hay nada ilimitado que interesa tanto al hombre como la sensacíon de un beso; siempre con la sensación de estar al borde del abismo.

Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.

La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más.

El que compite por humillar a alguien es un idiota, el que lo hace por la pasión de competir, es un verdadero hombre.

El hombre sencillo que vive rigurosamente según las tradiciones religiosas y sociales de su grupo no tiene nunca ningún problema axiológico.

Nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio.

Sí a la técnica, pero a la técnica dominada por el hombre.

En la naturaleza del hombre encontramos tres causas principales de querella: la competencia, la difidencia y la gloria.

El hombre no se siente completo solo con una familia, es el trabajo lo que nos da nuestra identidad.

Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.

Cada hombre tiene su precio.

No desees y serás el hombre más rico del mundo.

El hombre superior es persistente en el camino cierto y no solo persistente.

No se nace sino que se deviene mujer.

Un arqueólogo es el mejor marido para una mujer: cuanto mayor se hace ella, más le gusta a él.

El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.

Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.

No hay en el mundo nada peor que una mujer, excepto otra mujer.

El hombre que quiere, ha hecho ya la mitad del camino.

Qué me importa que Dios no exista mientras otorgue divinidad al hombre.

El hombre no es infeliz mientras no es injusto.

El hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.

No hay más que una historia: La historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor.

El hombre que me da trabajo, al que tengo que sufrir, este hombre es mi dueño, llámelo como lo llame.

Debe desear todo hombre vivir para saber, y saber para bien vivir.

El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad.

Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.

Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.

Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a sus dioses.

El hombre sabio no lo es en todas las cosas.

La mujer no existe. Solo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito.

El niño es realista; el muchacho, idealista; el hombre, escéptico, y el viejo, místico.

El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.

El hombre se define como ser que evalúa, como ser que ama por excelencia.

Descuidar al hombre, especular sobre la naturaleza, es comprender mal los hechos del Universo.

Tales obres son como espejos: si se mira un mono es imposible que refleje un hombre.

Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.

El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.

El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna.

Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.