Naturaleza pascal ( 2 )
Naturaleza pascal. Encuentra docenas de naturaleza pascal con fotos para copiar y compartir.
La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la comunicación humana, no solo en relación con los hechos y la información, sino también y especialmente sobre la naturaleza y d...
La naturaleza señala a los soldados de la vida el lugar en donde han de luchar por ella.
En la naturaleza nada hay superfluo.
La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquísima y primera naturaleza de las cosas.
Las mujeres son secretistas por naturaleza, y les gusta practicar el secreto por su cuenta.
Así es el hombre, ese gran y verdadero anfibio cuya naturaleza puede vivir en mundos heterogéneos y separados.
Solo es libre aquello que existe por las necesidades de su propia naturaleza y cuyos actos se originan exclusivamente dentro de sí.
La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.
El progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza.
La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz.
La mujer es un hermoso defecto de la naturaleza.
La primera ley que me indica la naturaleza es deleitarme a costa de quien sea.
Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo.
El progreso celebra victorias pirricas sobre la Naturaleza.-
La naturaleza nos da las dotes sin pedir nada a cambio, pero nos las quita sin pedir permiso.
No consideramos que la justicia se nos presente por naturaleza, porque sí, sino porque se puede enseñar y se aprende con la práctica.
Dios es simple. Todo lo demás es complejo. No busques valores absolutos en el mundo relativo de la naturaleza.
El arte de la medicina consiste en mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando.
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.
¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?.
Muy débil es la razón sino llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan.
La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.
El corazón tiene razones que la razón ignora.
Toda religión que no afirme que dios está oculto, no es verdadera.
Aquel que duda y no investiga, se torna no solo infeliz, sino también injusto.
Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.
La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa.
El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene.
Solo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
La conciencia es el mejor libro moral que tenemos.
Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito.
El ajedrez es el gimnasio de la mente.
El rey está rodeado de gentes que no piensan sino en divertirlo y en impedir que piense en sí mismo. Porque, por muy rey que sea, es desgraciado si piensa en ello.
La razón obra con lentitud, y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. La pasión obra en un instante.
Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable.
La naturaleza ha preparado mejor a las mujeres para ser madres y esposas que a los hombres para ser padres y maridos. Los hombres tienen que improvisar.
El arte es el placer de un espíritu que penetra en la naturaleza y descubre que también ésta tiene alma.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturale...
Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Solo existen consecuencias.
