Sabia virtud de conocer el tiempo. Encuentra docenas de sabia virtud de conocer el tiempo con fotos para copiar y compartir.
Para conocer a la gente hay que ir a su casa.
La televisión nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo.
Todo se consigue con el trabajo, hasta la virtud.
Utilicemos el tiempo como herramienta, no como vehículo.
El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo.
Más grata es la virtud en una persona hermosa.
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente; escudo, espada y maza llevar bajo la frente; porque el valor honrado de todas armas viste: no solo para, hiere, y más que aguarda, embiste.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
El primer pecado de la humanidad fue la fe; la primera virtud la duda.
Copiando a todos los demás todo el tiempo, el mono un día se cortó su propia garganta. .
Ser mejor solo quiere decir: llegar a conocer mejor. Sin embargo, debe ser un conocimiento que no nos dé tregua, que nos acose siempre. Es mortal un conocimiento que nos vaya aplacando.
Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua.
La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra.
Hay que dejar de ser bocado en el momento en que se alcanza el pleno sabor; esto lo saben todos los que desean ser amados durante largo tiempo.
La muerte y el tiempo llevan el mismo apellido.
¡preferiría ser cenizas que polvo! preferiría que mi chispa se queme en una brillante hoguera a que sea extinguida por seca desintegración. Preferiria ser un esplèndido meteoro, cada átomo en mi...
La virtud está en el término medio.
El tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa.
El tiempo y la marea ni se paran ni esperan.
Si posees una virtud, y es una virtud muy tuya, no la compartas con nadie.
La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse.
Tiempo ido, tiempo perdido.
El mejor predicador es el tiempo, que nos hace llegar a tener aquellos mismos pensamientos que las personas de más edad trataron ante en vano de meternos en la cabeza.
En buen tiempo, no faltan pilotos.
Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.
El que siembra alguna virtud coge fama.
El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos.
El tiempo es un somnífero.
De todos los vicios que pueden malograr a un estadista, la virtud es la más funesta: empuja al crimen.
La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.
La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.
Le vamos robando trocitos al tiempo y así comprendemos lo mucho que vale un momento.
Muchos que se adelantaron a su tiempo tuvieron que esperarlo en sitios poco cómodos.
De lo que llaman los hombres virtud, justicia y bondad, una mitad es envidia, y la otra no es caridad.
La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar de él.
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.
Más vale malo conocido que bueno por conocer.
El tic tac de los relojes parece un ratón que roe el tiempo.
La única función del tiempo es consumirse: arde sin dejar cenizas.