Necedad. Encuentra docenas de necedad con fotos para copiar y compartir.
En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.
La necedad es la madre de todos los males.
No es necio el que hace la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir.
Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no dejan de ser una necedad.
Cuando se puede evitar un mal es necedad aceptarlo.
Demasiado descontento consigo mismo es debilidad, mas demasiada satisfacción es necedad.
Es simpleza o necedad llorar por lo que con llorar no se puede remediar.
Sobre el cimiento de la necedad, no asienta ningún discreto oficio.
Hay quienes lamentan su necedad, éste ya no es necio; más necio es aquel que sin conocerse a si mismo, dice ser inteligente.
El médico contempla al hombre en toda su flaqueza, el abogado en toda su maldad, y el sacerdote en toda su necedad.
Si el necio persistiera en su necedad se volvería sabio.
Lo que se ha instaurado en el mundo es una sociedad capitalista, con todo lo que en ella es vulgar, cruel y estúpido, con advenedizos, estafadores y timadores, con la grotesca chabacanería de los nu...
Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
No existe más pecado que la necedad.
Una necedad repetida por treinta y seis millones de bocas no deja de ser necedad.
Sabiduría del cauto es atender a su conducta, la necedad de los tontos es engaño.
Es una necedad y una vergüenza responder antes de escuchar.
La franqueza tiene sus límites, allende los cuales pasa a ser necedad
¿En qué puede perjudicarle a una mujer su necedad?
Existen dos medios de triunfar en el mundo: mediante la propia habilidad o aprovechando la necedad de los otros.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la ne...
El primer paso hacia la sabiduría es liberarse de la necedad
Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, que hablar y quitarles toda duda de ello
Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido com...
No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
El orgullo lleva consigo un castigo, la necedad.
Es una necedad arrancarse los cabellos en los momentos de aflicción, como si ésta pudiera ser aliviada por la calvicie.
El burlón no gusta que lo reprendan, por eso no va con los sabios. Un corazón contento alegra el rostro, uno triste deprime el espíritu. Un corazón sensato busca la ciencia, la boca de los tontos ...
Mi alma se engrandece con tus dulces caricias y en la angustia de mi necedad,guardo la sublime esperanza de que me regales un poquito de tu intenso amor... Y yo te rendire pleitesia!
Como puedo definir está sensación, siento que me hace falta una parte esencial de mi... No se en que lugar, en que sector o que parte es la que me pide a gritos la medicina o la cura que calme está...
La obstinación de la inteligencia y la razón no es más que la obstinación de la locura y la necedad.
La necedad es rara vez una cuestión de falta de inteligencia o incluso la falta de información.
¿No ves que es necedad o simpleza llorar por lo que con llorar no se puede remediar?
Puede ser que se opongan a que la declaración de que Lear se merecía sufrir por su necedad, el egoísmo y la tiranía, sino de afirmar que él merecía sufrir lo que él sufrió es hacer violencia n...
Si vivir es progresar, si tienes suerte, de necedad a la sabiduría, a continuación, escribir novelas es difundir las diversas etapas de su locura.
Le pido a mi orgullo que vaya siempre del brazo de mi inteligencia. Y si en algún momento mi inteligencia me abandona porque, ¡ay!, le gusta elevarse a las alturas, que mi orgullo siga volando al la...
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer a un necio si es callado.
Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira.