Walt whitman poemas de amor ( 172 )
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Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.

Dentro de mil años, sÃ, dentro de millones de años te diré: ¿Sabes donde estás? Estás en mi corazón.

Es digno de especial consideración el hecho de que la costumbre pueda ocupar perfectamente el puesto de la pasión amorosa: exige una presencia no tanto agradable como comoda, pero luego resulta inve...
Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... si me quieres, quiéreme negra y blanca. Y gris, y verde, y rubia, quiéreme dÃa, quiéreme noche...¡Y madrugada en la ventana abiert...

Sin pasión, el hombre solo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz.

La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo.

El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros.

La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.

La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.

El vino mueve la primavera, crece como una planta la alegrÃa. Caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto.

Y asà dos orillas tu corazón y el mÃo, pues, aunque las separa la corriente de un rÃo, por debajo del rÃo se unen secretamente.

Solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.

El hombre y la mujer han nacido para amarse, pero no para vivir juntos. Los amantes célebres de la historia vivieron siempre separados.

Si alguien ama a una flor de la que solo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.

Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee.

El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".

Es duro, es doloroso, no ser amado cuando se ama todavÃa, pero es bastante más duro ser todavÃa amado cuando ya no se ama.

Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo solo puede encantar si es o parece ser perfección.

¿Puede un beso abrir la eternidad?, ¿puede la pasión envenenar?. ¿Podrá un corazón tanto aguantar?, ¿podrá la vida seguir Después de amar as�.

Sus ojos me hablaron de cosas eternas, su boca me hizo conocer el sabor de la vida.

El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frÃo.

Cuando el mar estaba claro tracé tu nombre en la playa, vino un oleaje a borrarlo y el mar se volvió esmeralda.
No quiero tenerte porque en mi ser todo estará terminado. Solo quiero que surjas en mà como la fe en los desesperados, para que yo pueda llevar una gota de rocÃo en esta tierra maldita que se quedÃ...

El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.

El enamorado de un alma bella permanecerá fiel durante toda su vida, porque ama una cosa permanente.
No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magnÃficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injustic...

La felicidad siempre viaja de incógnito. Solo después que ha pasado, sabemos de ella.

La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.

La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.

Cuando saltes de alegrÃa, cuida de que nadie te quite la tierra debajo de los pies.

La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.

El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sà mismo y muy poco de los otros.

Haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza, esparcimos las semillas de lo divino.

Cuando las mujeres dicen que a su marido se les ha enfriado la pasión en realidad es que están cansados de que sus iniciativas sean constantemente rechazadas.

A veces presiento que mi alma está en sombras, entonces me inclino, te beso, y hay luz.

Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.

Es tan fácil hacer sufrir a un ser que nos ama, tan fácil, que ni siquiera puede ser divertido.

Desgraciado quien no haya amado más que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un dÃa las volveréis a encontrar.

Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados.

Hay tantas cosas que no pueden juzgarse sin el corazón, que si éste falla, la razón debe desatinar necesariamente.