Dame la sabiduria para aceptar ( 12 )
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La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
La sabiduría es la recompensa por pasar la vida escuchando cuando uno hubiera preferido hablar.
No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.
La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía que dio a cascar al diente de la sabiduría.
La sabiduria no se traspasa, se aprende.
Cuanto más tranquilo haga las cosas un hombre, mayor será su éxito, su influencia, su energía. La tranquilidad de la mente es una de las joyas hermosas de la sabiduría.
El secreto de la sabiduría, el poder y el conocimiento es la humildad.
Muchas palabras nunca indican mucha sabiduría.
La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo que no sea esencial.
La duda es conflicto entre dos conclusiones. Mientras existe es imposible aceptar una o otra, los que dudan carecen de serenidad.
A nadie pedí la vida. Me esfuerzo por aceptar, sin júbilo ni rabia, todo lo que la vida ofrece. Partiré sin preguntar al prójimo acerca de mi curiosa permanencia en este mundo.
El momento oportuno. Cuanta sabiduría entraña eso.
En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.
La sabiduría es como una mujer legítima, no permite otra mujer en su casa.
Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños.
La sabiduría más verdadera es una resuelta determinación.
La sabiduría es una larga consecuencia.
Hay más sabiduría escuchando que hablando.
La sabiduría no esta lejos del dolor humano, es más bien su compañera, su consejera.
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabiduría, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa ¿ que culpa tengo yo de que las dos...
La ciencia genuina, hasta donde alcanza su verdadera doctrina, carece de profundidad. La profundidad es cosa de la sabiduría.
El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos.
mi alma y mi mente están pendientes todo el tiempo de ti si tu me miraras solo un instante harias a mi corazon sonreir...
me duele solo pensar que con migo no estas si te tuviera solo un segundo par...
No basta adquirir la sabiduría, es preciso usarla.
Las pasiones hacen vivir al hombre, la sabiduría solo le hace durar.
La prueba más clara de la sabiduría es una alegría continua.
Nueve décimas partes de la sabiduría provienen de ser juicioso a tiempo.
Con frecuencia bajo un traje sucio se esconde una gran sabiduría.
La ciencia se puede aprender de memoria, pero la sabiduría no.
La sabiduría consiste en saber cuál es el siguiente paso; la virtud, en llevarlo a cabo.
La sabiduría es, en el hombre, la madre de todas las virtudes; en la mujer, la madre de todas las cursilerias.
La inteligencia consiste en detectar una inconsistencia en el razonamiento del jefe. La sabiduría, en no mencionarlo.
Para llegar a ser sabio, es preciso querer experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es, ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.
La sabiduría con riquezas es mas útil y aprovecha mejor a los hombres.
Saber llorar es la sabiduría de la sencillez.
Un poema comienza en deleite y termina en sabiduría.
La sabiduría es la meta del inteligente; el necio no tiene meta fija.
