Frases-hermosas-para una mujer ( 14 )
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Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.
Me dicen que no soy una mujer de este siglo, al gustarme la lectura pausada, y yo insisto que los pesados son los libros frívolos.
Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla después.
Para ser libres hay que ser esclavos de la ley.
Dos talentos en un solo matrimonio son mucho talento para una sola casa.
No hay mayor peso para un ser humano que un gran potencial.
Para todo problema humano hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada.
Viejo es Pedro para cabrero.
Somos esclavos de las leyes para poder ser libres.
Un hombre libre es aquel que, teniendo fuerza y talento para hacer una cosa, no encuentra trabas a su voluntad.
Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar.
Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.
Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.
Cuando Dios te da un don, también te da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
La mujer es un hermoso defecto de la naturaleza.
¡Oh legislador! No me des leyes para los pueblos, sino pueblos para las leyes.
Si quiere trabajadores creativos, dales tiempo suficiente para jugar.
Detrás de cada hombre con éxito hay una mujer que lo trata de inútil.
Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho.
El hombre que se ríe de todo es que todo lo desprecia. La mujer que se ríe de todo es que sabe que tiene una dentadura bonita.
No hay carga más pesada que una mujer liviana.
Juzgamos mejores que los placeres muchos dolores porque se consigue para nosotros un placer mayor.
Ser bueno solamente consigo mismo es ser bueno para nada.
El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos.
Te conservarás más joven si pones una mujer en tu vida, preferentemente dos.
Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz.
El hogar es la prisión de la doncella y el taller de la mujer.
El hombre hace leyes; la mujer, modales.
Saber para prever, a fin de poder.
Hay un remedio para las culpas, reconocerlas.
Estudia las frases que parecen ciertas y ponlas en duda.
En Oriente la mujer no suele ver al hombre antes de casarse. En Occidente, después.
Cuando se tiene cierta moral de combate, de poder, hace falta muy poco para dejarse llevar, para pasar a la embriaguez, al exceso.
La mujer es mala. Cada vez que se le presente la ocasión, toda mujer pecará.
La mujer es un animal inepto y estúpido, aunque agradable y gracioso.
El hogar es un santuario doméstico, en el que la mujer cumple el papel de sacerdotisa.
De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga.
El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.
