Frases cortas para enamorar a un hombre ( 2 )
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La palabra se ha dado al hombre para que pueda encubrir su pensamiento.

Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre

Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que solo le falta abrir la boca para caer en ella.

El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros.

El medio para deshacerse de un hombre amante de contradecir es callar y escuchar reposadamente.

Un conservador es un hombre demasiado cobarde para luchar y demasiado gordo para huir.

El hombre es un lobo para el hombre.

Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral.

Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?.

La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer.

El hombre es para el hombre un espejo.

Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre. Y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.

Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.

El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.

Para torturar a un hombre tienes que conocer sus placeres.

Ningún hombre es una isla. Para hacer frente al buen combate, necesitamos ayuda.

La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte.

Aquí un marido que ama a su mujer es un hombre que no tiene el mérito suficiente para hacerse amar por otra.

Para el hombre dichoso todos los países son su patria.

Para juzgar si un hombre es libre no te pares a mirar sus dignidades, porque, al contrario, más esclavo es cuando más elevado cargo desempeña.

El hombre actual ha nacido o bien para vivir entre las convulsiones de la inquietud, o bien en el letargo del aburrimiento.

El hombre se hace civilizado no en proporción a su disposición para creer, sino en proporción a su facilidad para dudar.

El hombre es el ser supremo para el hombre.

Cuando un hombre se echa atrás, solo retrocede de verdad. Una mujer solo retrocede para coger carrerilla.

Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; solo la muerte no ha conseguido evitar.

Al hombre perverso se le conoce en un solo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.

Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.

Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.

Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.

Debe desear todo hombre vivir para saber, y saber para bien vivir.

Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.

Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.

¿No te parece, que es una vergüenza para el hombre, que le suceda lo que a los más irracionales de los animales?

Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.

Nunca aconsejéis a un hombre que desconfíe de una mujer con la que ya esté casado. Es demasiado tarde para él.

La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo.

El hombre esta hecho para el error. Este entra en su espíritu con toda naturalidad, pero para descubrir una verdad requiere un gran esfuerzo.

Cada uno de nosotros está solo y, cuanto antes un hombre lo comprenda, mejor para él.

Nadie es un gran hombre para su criado.

Un hombre fecundante en el Espíritu busca engendrar sus virtudes en una mujer de alma bella, para asegurar la perpetuidad de la sabiduria.