Frases de mujer valiente ( 6 )
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Alma, mujer, inspiradora: rige mi vida entera para siempre.

Ama a una nube, ama a una mujer, pero ama.

Es tan injusto poseer exclusivamente a una mujer como poseer esclavos.

Niña y muchacha y joven ya mujer, tú todas, colman mi corazón, y en paz las amo.

Cada mujer que pasa frente a uno sin detenerse es una historia de amor que no se concretara nunca.

Los tres deberes fundamentales de la mujer son ser bonita, ir bien vestida y no contradecir.

La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.

Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser estimada y preciada es la mujer buena.

Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo.

Amor de mujer casta, perpetuo es.

El que puede gobernar a una mujer puede gobernar a una nación.

Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.

Cuando un hombre se echa atrás, solo retrocede de verdad. Una mujer solo retrocede para coger carrerilla.

A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel.

El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil.

Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.

Yo creo en las familias numerosas: toda mujer debería tener al menos tres maridos.

Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer.

La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.

La mujer es como la sombra: si la huyes, sigue; si la sigues huye.

Para mi, la mujer ideal es aquella con la que puedo llorar.

La mujer es embellecida por el beso que ponéis sobre su boca.

Estoy dispuesto a reconocer la superioridad de la mujer con tal de no admitir su igualdad con los hombres.

Las lágrimas de la mujer hablan silenciosamente.

El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.

Dos hombres traicionados por la misma mujer son algo parientes.

La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más.

La causa de la mujer es la del hombre; los dos se levantan o sucumben juntos.

No se nace sino que se deviene mujer.

Un arqueólogo es el mejor marido para una mujer: cuanto mayor se hace ella, más le gusta a él.

La mujer es algo mientras que el hombre no es nada.

No hay en el mundo nada peor que una mujer, excepto otra mujer.

Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.

La mujer no existe. Solo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito.

Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.

La sabiduría es, en el hombre, la madre de todas las virtudes; en la mujer, la madre de todas las cursilerias.

A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.

Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.

Detrás de cada mujer con éxito hay un hombre sorprendido.

Nunca aconsejéis a un hombre que desconfíe de una mujer con la que ya esté casado. Es demasiado tarde para él.