Frases de quien soy yo ( 15 )
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Quien no es envidiado, no es digno de serlo.

Habrá quien te dé, pero no quien te ruegue.

Se tiende a honrar a quien ha dedicado toda su vida a una única empresa, lo cual es justo, pero quien quema toda su vida en un fuego de artificio, que dura un instante, testimonia con mayor precisió...

Solo puede ser justo quien es capaz de ponerse en el lugar de otros.

Quien todo lo puede ha de temerlo todo.

Quien bien te quiere te hará llorar.

...porque soy quien se va pero regresa para morder tu mano, mientras besa, porque soy el que otorga. Y el mendigo.

Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande.

Bastante colabora quien no entorpece.

Quien al cielo escupe, en su cara repercute.

Presiento que me quiere quien no puede quererme.

Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza.

Bendito sea quien calla cuando no tiene nada que decir.

Tener con quien llorar aminora el llanto de muchos.

Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.

Teme a quien te teme, aunque él sea una mosca y tú un elefante.

Quién mal casa, tarde enviuda.

Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.

Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie.
Sostengo que quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta, y acepta voluntariamente una pena de prisión, a fin de que se levante la conciencia social contra esa injusticia, hace g...

A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel.

Quien busca la felicidad fuera de sí es como un caracol que caminara en busca de su casa.

El mundo es de quien nace para conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo.

Quien habla de cosas que no le atañen, escucha cosas que no le gustan.

Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.

El que hace un favor a quien lo merece, él mismo lo recibe.

Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.

El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones.

Quien escribe gusta del halago, pero el escritor en cambio, ha de aprender a gozar con el arrecio, con el golpe de martillo sobre el yunque de su obra. Solo así podrá forjar aiestos.

vive bien tu vida
¿quien sabe si tras la muerte se oculta el olvido?

Bien acierta quien sospecha que siempre yerra.
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía...

Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.

Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro las funde.

Quien no sabe mostrarse cortés, va al encuentro de los castigos de la soberbia.

Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.

A quien amigos tiene por millones ninguno sobrará; el que tan solo un enemigo cuenta por doquier lo encontrará.

Es preferible fiarse del hombre equivocado a menudo, que de quien no duda nunca.

No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.

Hay quien pone en duda el porvenir del ideal de la libertad. Nosotros respondemos que tiene más que un porvenir: posee eternidad.