Frases para doble caras ( 4 )
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Afortunadamente, no tenemos por qué parecernos a nuestros retratos.
El recurso final del hombre destruido es el delito.
Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo.
Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.
Las medidas templadas, que equivalen a remedios prudentes, son hartamente nocivas cuando el mal es violento.
Para hacer una tarta de manzana primero tienes que crear un universo.
El infierno está lleno de buenas voluntades o deseos.
En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.
El exceso es el veneno de la razón.
El pudor tiene la desventaja de que habitúa a mentir.
¿Quién capitulará más pronto: el que necesita las cosas difíciles o quien se sirve de lo que buenamente pueda hallar?
El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil.
A la proporción, semejanza, unión e identidad del infinito no te acercas más siendo hombre que siendo hormiga.
Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente.
El gusto de la concentranción productora debe reemplazar, en un hombre ya maduro, al gusto de la desperdigación.
Hay quién porque golpea la pared con un martillo se cree clavar clavos.
El mismo sol funde la cera y seca la arcilla.
Nada resiste tanto como lo provisional.
Para amasar una fortuna no se requiere ingenio, lo preciso es carecer de delicadeza.
Al ser humano le parece tan extraño existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas.
La calumnia siempre es sencilla y verosímil.
Donde quiera que se esté bien, allí está la patria.
Recesión es cuando tu vecino se queda sin empleo; depresión es cuando lo pierdes tú.
El verdadero problema del mundo es cómo impedir que salte por los aires.
Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
El llanto es tan saludable como el sudor y más poético.
El error es a veces más generador de acción que la verdad.
El modernismo es la actitud de quien no cree en lo que cree.
Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía.
En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando lo tiene.
Del pecado, lo peor es la perseverancia.
Morimos solo una vez, pero durante mucho tiempo.
No hay revolución sin contrarrevolución.
La meditación fortifica a los fuertes y debilita a los débiles.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
Aceptar un favor de un amigo es hacerle otro.
Todo lo que ocurre, desde lo más grande a lo más chico, ocurre necesariamente.
El manantial desaprueba casi siempre el itinerario del río.
